Contra el marxismo, siempre
Ramón Reig.- El fascista que se cargó a todo el personal en Noruega a base de bomba y tiros, proclama que va contra una Europa en manos del islamismo y del marxismo. Los islamistas son relativamente nuevos en la diana pero el marxismo siempre es objetivo preferente para todos desde que nació. Y cuando digo para todos es para todos, es decir, para fascistas, liberales, conservadores, socialdemócratas y beatos. Algo tendrá el agua cuando no la bendicen (gracias a Dios) y lo que tiene es que es el único régimen que, cuando ha estado en el poder, no les ha permitido sus dictaduras a estos hipócritas de la democracia y el mercado… para ellos. El marxismo ha resultado ser una dictadura en la práctica pero al menos ha acojonado al personal que ahora, como no hay marxismo con misiles nucleares apuntándoles, se ha quitado del todo la careta y está demostrando que el hombre, en efecto, es, no ya un lobo para el hombre (el lobo es un animal muy inteligente, no lo insultemos) sino una amantis religiosa (aquí metemos a las mujeres conversas e imitamonos que se lo comen todo con tal de agradar a los jefes).
Primero aclaremos que el sujeto no es un fascista ni un cristiano, sólo es un paranoico esquizofrénico que ha buscado su momento de gloria. Ya lo tiene y, aún así, el sentimiento de inferioridad que lleva dentro no le habrá desaparecido y se morirá con él. Sentado lo anterior, habrá que añadir que al atacar al marxismo va contra la propia Europa e incluso contra su “raza” porque Marx era alemán aunque, eso sí, judío, un judío muy crítico con el judaísmo, como casi todos los judíos geniales, como Freud también, sin ir más lejos. La mayoría de los judíos con las ideas bien puestas se han alejado de esa cultura en su vertiente fanática porque si ése es el pueblo elegido cómo será el que lo eligió…
He sonreído cuando en los medios de comunicación los analistas del luctuoso acontecimiento han hablado de racismo y xenofobia para referirse al ataque contra el Islam pero no han dicho nada para defender a los marxistas, no sea que los echen de sus trabajos (cobran por decir cuatro simplicidades). Tienen razón las corrientes de la derecha más retrógrada, intelectualmente, cuando afirman que hay por ahí progres que no se enteran de que se debe mantener la identidad de Europa, lo que pasa es que ellos se refieren a eso que se llama la descristianización y pretenden ponernos a todos a rezar y a aprender gringo o eso parece. De todas formas no se puede cometer la torpeza de alimentar al “monstruo” (el Islam) mientras no se dice nada del marxismo y del cristianismo que, en efecto, construyeron Europa, para bien y para mal. Ya sé que el Islam en sí no es un monstruo (lo he entrecomillado) pero lo han convertido en eso los activistas que han nacido como consecuencia de nuestro dominio contemporáneo sobre ellos y ahora hemos de defendernos de sus ataques porque esto es una guerra, en ese sentido. Podemos hablar entre culturas pero cuando se pretende atentar contra la nuestra, al enemigo, ni agua, porque separar (aunque no esté del todo logrado) religión de política, tener derechos claros y poder utilizar la razón con amplia libertad (no toda, los marxistas no pueden hacerlo) nos ha costado a Europa sangre, sudor y lágrimas.
El psicópata noruego va contra el marxismo. El lavado de coco aquí y allá contra el marxismo ha sido de tal calibre que aunque ya los marxistas estén casi todos con uno o los dos pies en la tumba y convenientemente olvidados, reprimidos y marginados, el tipo noruego sigue en sus trece. Aunque China o Cuba tengan cada vez menos carga marxista y la URSS hace decenios que se fue a la Venta del Nabo, ahí que sigue el antimarxismo y el anticomunismo. Los progres y los conservadores y los meapilas antes se sumarán a la condena del marxismo que del islamismo porque el fascismo les ha servido en la historia para frenar al marxismo, por tanto, hay que pagar los servicios prestados y el ario de noruega es un miembro de esos servicios. Al final, los hechos colocan a cada uno en su lugar, se apuesta más por una corriente como el Islam, procedente de la tradición y de la superstición, que por otra procedente del Humanismo y la Ilustración. Un asunto interesante para que los pocos marxistas que quedamos sepamos con quién nos estamos jugando los cuartos. Además, ¿a cuántos islamistas y marxistas asesinó el ario noruego?
*Periodista y Profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.