El Papa recibió a la hermana Gramick en su residencia Casa Santa Marta, la reunión se llevó a cabo el día martes por la tarde, y tuvo una duración de 50 minutos. Gramick, que estuvo acompañada por tres miembros del personal del Ministerio New Ways, agradeció al Papa Francisco “por su apertura a bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, así como por su oposición a la criminalización de las personas LGBT+ en la sociedad civil”, según un testigo de primera mano.

“La reunión fue muy emotiva para mí”, dijo Gramick. “Desde el día en que fue elegido, he amado y admirado al Papa por su humildad, su amor por los pobres y por aquellos rechazados por la sociedad. Él es el rostro humano de Jesús en nuestra era”.

En 1999, la oficina doctrinal del Vaticano, supervisada en ese momento por el cardenal Joseph Ratzinger, reprendió públicamente a la hermana Gramick y al Ministerio New Ways por no transmitir “la enseñanza auténtica de la Iglesia”.

La Congregación para la Doctrina de la Fe “se ve obligada a declarar, por el bien de los fieles católicos, que las posiciones defendidas por la hermana Jeannine Gramick y el padre Robert Nugent sobre la maldad intrínseca de los actos homosexuales y el trastorno objetivo de la inclinación homosexual son doctrinalmente inaceptables, porque no transmiten fielmente la enseñanza clara y constante de la Iglesia católica”, afirmaba el texto aprobado personalmente por el Papa Juan Pablo II.

La hermana Gramick ha declarado a menudo que trata a las personas homosexuales con respeto, compasión y sensibilidad, señaló el cardenal Ratzinger, pero “la promoción de errores y ambigüedades no es coherente con una actitud cristiana de verdadero respeto y compasión.”

Las personas “que luchan contra la homosexualidad, tienen derecho como cualquier otra persona a recibir la auténtica enseñanza de la Iglesia católica”, añadió, mientras que las ambigüedades y errores del planteamiento de la hermana Gramick “han causado confusión entre el pueblo católico y han perjudicado a la comunidad de la Iglesia”.

Por estas razones, la hermana Gramick tiene “permanentemente prohibido cualquier trabajo pastoral que involucre a personas homosexuales”, concluyó Ratzinger.

En 2010, el cardenal de Chicago Francis George, que era presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, reiteró la censura del Vaticano a la hermana Gramick y a New Ways Ministry.

“Nadie debería dejarse engañar por la afirmación de que New Ways Ministry ofrece una interpretación auténtica de la enseñanza católica y una práctica pastoral católica auténtica”, declaró el cardenal George. “Su pretensión de ser católicos sólo confunde a los fieles respecto de la auténtica enseñanza y ministerio de la Iglesia sobre las personas con inclinación homosexual”.

“En consecuencia, deseo dejar claro que, al igual que otros grupos que afirman ser católicos pero niegan aspectos fundamentales de la enseñanza de la Iglesia, New Ways Ministry no cuenta con la aprobación ni el reconocimiento de la Iglesia católica y no pueden hablar en nombre de los fieles católicos de Estados Unidos”, afirmó.