La entrañable Policía que vestía de gris…
A mí no me gusta esta policía. Hay muchos agentes que se están extralimitando en sus funciones. Yo nunca olvidaré que la policía ha golpeado estos días y detenido a compatriotas por llevar la bandera de España o porque protestaban pacíficamente ante la sede socialista de Ferraz contra el psicópata que, en su desquiciada ambición de poder, ha decidido entregar la nación española a un prófugo de la Justicia española. Es decir, enajenar los intereses nacionales a cambio de los suyos propios.
A mí no me vale lo del sentido del deber ante una orden ilegal e injusta. Yo no puedo confiar en unos agentes que reciben órdenes de este infame gobierno. Esta policía no tiene nada que ver con aquella entrañable policía vocacional que vestía de gris. Aquellos policías protegían a los buenos de los malos. La de hoy protege a los malos de los buenos.
Yo no puedo sumarme a esos patriotas que piden la equiparación salarial de policías y guardias civiles con los cuerpos policiales autonómicos. A mí me trae al pairo lo que cobre un policía, mucho o poco. A una parte de la derecha le pone los uniformes, pero el hábito no hace al monje. Estos agentes son en su mayoría hijos de la LODE y la LOGSE, muchos de ellos sin vocación que eligieron ser policías como el camino laboral más fácil.
Nada que ver, insisto, con los grises. Esa sí era una policía al servicio del pueblo y del orden.
La policia sirve a quien le paga, o sea al poder, sirven a cualquier régimen.
Las policías, por muy democráticas que sean, siempre sirven al poder y ahora es el comunista.