El gran embuste de la patria andaluza y su pretendido líder y «padre», el separatista e islamista Blas Infante
Pero Grullo de Absurdistán.- Ayer, 28 de febrero de 2024, se celebra un nuevo «Día de Andalucía» pero, ¿Qué hay detrás de esta celebración exactamente? UN GRAN EMBUSTE.
Es hora de decir, alto y claro, que además del adoctrinamiento que han sufrido varias generaciones en lugares como Cataluña y Vascongadas, en el resto de las regiones españolas (ahora denominadas «comunidades autónomas») se ha realizado un lavado de cerebro muy semejante en los últimos cuarenta años. Hoy vamos a hablar del caso de Andalucía:
Desde hace 4 décadas se les inculca a los escolares, desde pequeñitos, que Andalucía es su Nación y su padre el separatista Blas Infante. Pero además, en ese adoctrinamiento va incluida la falsedad de que el andalucismo es algo inmemorial, arraigado en el tiempo, con el único objetivo de que algunos andaluces puedan seguir viviendo del cuento, o sea parasitando de nuestros impuestos.
El adoctrinamiento en la gran mentira parte de una premisa escandalosamente falsa: que se aprobó en referéndum la iniciativa para crear la Comunidad Autónoma andaluza.
Sólo hay que mirar el BOE nº 115, de 13-5-1980 (p. 10.346) para comprobar que en dicho referéndum por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto fue rechazada la ratificación de dicha iniciativa autonómica prevista en el artículo 151.1 CE, ya que en Almería sólo se alcanzó un 42,31 % de síes (necesitándose más de un 50%) para la creación de la gran Andalucía, frente al 57,69 % de noes y papeletas en blanco.
Pero hubo que añadir más mentiras para consumar la mentira suprema de Andalucía. Y nuevamente sólo hay que mirar el BOE nº 308, de 24-12-1980 (p. 28.373) para comprobar que se dictó una Ley Orgánica para anular la voluntad popular soberana de quienes mayoritariamente habían rechazado la creación de la autonomía andaluza, la Ley Orgánica 13/1980, de 16 de diciembre, de sustitución en la provincia de Almería de la iniciativa autonómica, cuyo artículo único confirma el pucherazo antidemocrático: «las Cortes Generales (…) declaran sustituida en esta provincia la iniciativa autonómica con objeto de que se incorpore al proceso autonómico de las otras provincias andaluzas». Increíble pero cierto… tanto como que, impugnadas las votaciones en Granada, Almería y Jaén, se dieron por buenos en la bochornosa sentencia de 12-4-1980 de la Audiencia Territorial de Granada los votos de jiennenses muertos, incapaces y sobres con 2 y 3 papeletas. Así de «democráticamente» comenzaba esta artificial «comunidad autónoma»» que ha traído a los andaluces más perjuicios que beneficios.
A estos embustes siguieron muchos más para seguir agrandando el mito de Andalucía, a la que por ejemplo, históricamente nunca ha pertenecido la Región de Granada. Y no es nostalgia nazarí, es realidad pura desde 1238 hasta la gran mentira de 1980.
Pues sí, el 28 de febrero de 1980, cinco años después de la muerte del General Francisco Franco, los andaluces fueron convocados para decidir en referendum si la región se constituía en «comunidad autónoma». En dicha consulta no se consiguió el apoyo mayoritario de los habitantes de Andalucía con derecho al voto, pues en la provincia de Almería fueron más los votos en contra que a favor… al año siguiente, el Estatuto de Autonomía de Andalucía fue ratificado por el Rey Don Juan Carlos I, el 30 de diciembre de 1981, … O sea que, la constitución de la región andaluza en «comunidad autónoma» no suscitó tanto entusiasmo como oficialmente se cuenta.
Según el Estatuto de Autonomía de Andalucía, el escudo, la bandera y el himno son los tres símbolos más característicos de la comunidad autónoma. En el primero, aparece la figura de Hércules entre dos columnas y domando a dos leones, mientras que por debajo se puede leer «Andalucía por sí, para España y la Humanidad».
La bandera, formada por tres franjas (verde, blanca y verde) fue aprobada en la Asamblea de Ronda de 1918. Sus colores evocan -dicen los «andalucistas»- los tonos del paisaje andaluz, además de simbolizar los valores de la pureza y la esperanza.
El himno de Andalucía, cuya letra escribió Blas Infante, tiene su origen en el ‘Santo Dios’, un canto religioso. Su melodía fue adaptada por el compositor José del Castillo en 1933, creando así una pieza que sigue sonando casi 100 después.
Bien, después de esta introducción a mi entender necesaria, hablemos del pretendido «padre de la patria andaluza», otra de las falsedades propagadas por los diversos gobiernos de la región durante casi medio siglo. Bueno es destacar que hasta el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla la ha asumido con naturalidad y ha homenajeado a este personaje sin ni siquiera preguntarse por su negación de España, por sus teorías separatistas, o por sus anhelos panislámicos.
Blas Infante jugó en la misma liga que Companys y Sabino Arana, una nefasta liga separatista y contraria a España, y quiso ser presidente de Andalucía a toda costa a pesar de no conseguir nunca ni tan siquiera ser elegido en ningunas elecciones, por más que se presentó, ni contar tampoco con un pueblo que respaldase su quimérico proyecto.
BLAS INFANTE nació en Casares, provincia de Málaga, el 5 de julio de 1885, Blas Infante Pérez de Vargas recibió su primera instrucción en las Escuelas Pías de Archidona. Aunque su familia acusó los efectos de la guerra de 1898, el joven se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada en 1900, a la que sólo acudía para realizar los exámenes, pues Infante ya trabajaba en el juzgado de Casares. En estas condiciones, el joven Blas terminó estudios en 1906. Tres años después aprobó unas oposiciones y comenzó a trabajar como notario en Cantillana, lugar en el que contrajo matrimonio con Angustias García Parias, rica heredera de Peñaflor, en 1919. Para entonces, Infante ya frecuentaba el Ateneo de Sevilla y los ambientes regionalistas andaluces.
El primer fruto libresco de esos contactos fue su ensayo «La obra de Costa» (Joaquín Costa), dedicado al regeneracionista oscense, del que recibió unas influencias casi tan poderosas como las provenientes del krausismo que impregnó toda su obra. Al trabajo acerca de Joaquín Costa le siguió la que se considera su obra más importante, El ideal andaluz, que vio la luz en 1915. “Andalucía para sí, para España y para la Humanidad”. Para Infante los pueblos no son entes políticos sino culturales.
Convertido oficialmente en «Padre de la Patria andaluza», en una sesión plenaria celebrada el día 2 de noviembre de 2006 en el Parlamento de Andalucía, que rescataba la decisión tomada por esa misma institución en abril de 1983, Blas Infante es un producto del andalucismo que tiene como hito fundacional la Constitución de Antequera elaborada en 1883 por el Partido Republicano Democrático Federal.
De hecho, el notario asistió a la Asamblea de Ronda de 1918, que reivindicaba la citada Constitución. En el
curso de aquella asamblea, que precedió a la realizada un año más tarde en Córdoba, los andalucistas propusieron una constitución para Andalucía, región susceptible de incorporarse a una república federal española. Para ello, como paso previo, era imprescindible alcanzar la autonomía política para la región, que Infante concebía, en principio, como la suma de las ocho provincias en que se habían dividido en 1833 los antiguos reinos de Granada, Jaén y Sevilla.
Infante tuvo un importante protagonismo en Ronda, pues logró que se aprobaran los símbolos que todavía hoy se identifican con una región convertida en comunidad autónoma por mor del desarrollo de
la Constitución de 1978…
“Blas Infante jugó en la misma liga que Companys y Sabino Arana…”.
Hay que agradecer al Caudillo muchas cosas, pero si amo a Franco es por haber fusilado a los dos primeros, al tercero fue imposible por llevar muerto ya varias décadas para ese entonces.
La bandera andaluza simboliza las dos orillas (verde) del Mediterráneo (blanco). El verde es el color islámico, no otra cosa.
Un invento separatista más del Régimen del 78…
Blas Infante, un tarado al que alaba un impresentable como Moreno Nocilla, quien, si le fuese bien y ganase algo con ello, alabaría al mismísimo Pol Pot.
Para ser muy güay -y seguir trincando pasta con el sistema autonómico y la diferenciación-, todo incompetente debe idolatrar a algún chalado.
En Andalucía se postran ante Blas Infante. Acojonante.
cvuando lo decretaron padere de la patria andaluza el 99% d olos andaluces no tenía ni idea de quién había sido este individuo ¿Tendrá que ver para su nombramiento que también fuera masón?
https://secretolivo.com/index.php/2020/10/01/blas-infante-mason-musulman/
En algunas divisiones territoriales de España en regiones en el siglo XIX, las províncias andaluzas se agrupaban en Andalucía y Granada. Desconozco hasta dónde se puede hablar realmente de un sentimiento andaluz unificado, propiamente dicho.
El “Reino de Granada” comenzó su andadura tras la batalla de las Navas en el s XIII, pervivió con este mismo nombre hasta el s XIX en que, tras unirle el reino de Jaén pasó a denominarse Andalucía Oriental manteniendo como capital la ciudad de Granada. Cuando se creó la Autonomía andaluza los políticos hicieron trampa y traición al pueblo porque en aquel referéndum los almerienses no superaron el 50% de síes imprescindible para la creación de ese territorio político. La cultura bajoandaluza tradicional, latifundista, tiene muy poco en común con la minifundista cultura de las provincias orientales. La telemanipulación… Leer más »
Blas Piñar – La bandera andaluza
https://youtu.be/-UV2qbCCty8?si=prJYu-hJw_WIjM5P
Los españoles son (desgraciadamente en su mayoría) unos gilipollas analfabetos.