Doble vara de medir y diferente modo de actuación según el nombre. El Ejecutivo ha pedido la máxima discreción durante estas semanas tras conocerse informaciones que relacionaban a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, con Globalia, la empresa de Air Europa, a la vez que con varios comisionistas del “caso Koldo”.

Entonces, Moncloa, trató de circunscribir al ámbito privado las visitas de la mujer del presidente a la aerolínea Air Europa y sus reuniones con el CEO de la compañía, Javier Hidalgo, en la época en la que se negociaba el rescate público de la aerolínea. Fuentes gubernamentales pedían “respeto” y evitaban ahondar en explicaciones, y, por supuesto, descartaban que Begoña Gómez diese alguna información al respecto. “No hay nada”. Zanjaban en Moncloa asegurando que “en la vida privada y profesional de una persona no nos vamos a meter. Hay que respetar eso, que es la vida privada de la mujer del presidente del Gobierno”.

Ahora, tras conocerse la investigación fiscal que está cursando la Fiscalía de Madrid a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por supuesto fraude fiscal a de 350.951 euros a través de facturas falsas, la reacción en Moncloa es totalmente distinta. En el Ejecutivo piden todas las explicaciones posibles, e incluso que la propia presidenta acuda a la comisión de investigación de corrupción en el Congreso. El baremo con el que tratar a la mujer del presidente del Gobierno y al novio de la líder regional -del PP- es totalmente distinto.

La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, no ha dudado en referirse al asunto y ha pedido “más transparencia y menos fruta”, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Según el Ejecutivo, las investigaciones conocidas son “muy graves” y han reclamado a la presidenta de la Comunidad de Madrid explicaciones porque ” es absolutamente urgente y necesario”. En el Gobierno utilizan la investigación de la Fiscalía para dar total credibilidad a la asunción de responsabilidades por parte de la propia Ayuso y también para diferenciarlo y aislarlo de la sombra sobre la mujer del presidente del Gobierno. ” No hay que comparar los bulos con lo que dice la fiscalía”, zanjan.

La Razón