La operación para destruir a Ayuso y MAR
Francisco Marhuenda.- El sanchismo ha ampliado la Operación Ayuso para incluir a su director de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, conocido como MAR. Hay que reconocer que actúa de forma implacable como sucedió con el Blitzkrieg, la operación relámpago que lanzó Alemania en el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa. En esta nueva versión de una campaña militar rápida y contundente trasladada a la política no hay ni principios ni normas, porque se trata mentir y manipular contra Ayuso para que no hablemos de la corrupción sistémica del PSOE que ha emergido con el escándalo de Koldo y sus compinches comisionistas, los líos económicos de Air Europa, las cesiones a Puigdemont, las exigencias independentistas destinadas a forrarse, el declive socialista o sus prácticas clientelares. El gobierno de Sánchez permitió que comisionistas e intermediarios se hicieran multimillonarios gracias a la pandemia con unos disparatados reales decretos leyes que eran tan inconstitucionales como lesivos para la Hacienda Pública. Sánchez y sus ministros ignoran la ley de Transparencia y Buen Gobierno, pero lo único importante para la izquierda es destruir a Ayuso y MAR.
Hace muchos años que conozco bien a los dos y son personas de una honorabilidad intachable, algo que no se puede decir de las cloacas socialistas. No me sorprende que el sanchismo haya emprendido una operación tan sucia y repugnante contra la pareja de la presidenta madrileña. Es algo sistémico en su estrategia política, como también sucede con la corrupción. Lo que sabemos con absoluta seguridad es que a los corruptos del PSOE les gusta mucho el dinero, las mariscadas, los casoplones, los coches de alta gama y el sexo de pago. Los excesos del sanchismo son la expresión de su exasperante mediocridad. Los ministros no tienen otra cosa mejor que pedir la dimisión de Ayuso, aunque no se sabe por qué. Con respecto a Rodríguez es uno de mis mejores y más queridos amigos. Una buena persona a la que están linchando, porque todo vale con el fin de proteger al inquilino de La Moncloa y destruir a sus rivales. Sánchez y sus colegas no perdonan las humillantes derrotas que han sufrido de manos de Ayuso.
No saber perder da la medida del grado de mezquindad de que pueda ser capaz el indigente intelectual que sufre tan lamentable condición.