Bildu y otros indeseables amigos del PSOE
Francisco Marhuenda.- Es llamativo que a lo largo de la Historia algunos dirigentes del PSOE hayan mostrado una tendencia irrefrenable a la hora de aliarse con delincuentes, golpistas, corruptos y todo tipo de indeseables. Por supuesto, no se puede extender a todos los socialistas, porque siempre han aparecido, también, políticos de indudable categoría y calidad humana como Julián Besteiro.
El sanchismo es una evolución de este proceso, porque el descaro es total y absoluto. Ni siquiera se guardan las formas. No hay límite cuando se abraza la mentira. Una vez se miente, al igual que sucede cuando se roba o se asesina, el engañar a todo el mundo se convierte en una forma de vida. Por ello, no hay que sorprenderse ante su comportamiento con Bildu. La proximidad con los dirigentes de ETA es coherente con la línea adoptada en el PSOE por la que se tiene que hablar de Franco, la Guerra Civil y el franquismo mientras se blanquea descaradamente a una banda terrorista porque se necesitan sus votos en el Congreso. Los sanchistas y sus aliados mediáticos no tienen inconveniente en glosar las virtudes de Otegi, Txapote o cualquier otro etarra o colaborador mientras atacan al PP o a Vox.
Los muertos y heridos ya no importan. Lo único que desea el PSOE es que los dirigentes de Bildu mientan, como hace habitualmente el presidente del Gobierno, y que ETA era una banda terrorista y que fueron muy malos chicos. Me recuerda aquella típica chorrada de «que suerte tenéis los católicos que podéis pecar. Luego os confesáis y lo podéis hacer otra vez». Tiene que existir propósito de enmienda. A pesar de los deseos de los amiguetes socialistas de Otegi, todos sabemos que se sienten muy orgullosos de ETA porque reproducen la idea de la guerra civil en Irlanda. Uno bando lucha por la libertad y el otro defiende la opresión. Es un relato mentiroso, que los jóvenes abrazan con fervor por culpa de Sánchez y los medios sanchistas.
El resultado es que Bildu puede ganar las elecciones. La alternativa del PNV es gobernar con un tal Eneko Andueza, otro peón de Sánchez, que ha hecho una campaña patética y mandará lo mismo que mi perra Lolita. Por tanto, la única opción constitucionalista es el PP.