Yo también lo afirmo: el PSOE fue el principal causante de la Guerra Civil
AR.- Las elecciones de 1933, las segundas que celebraba la agitada II república, se saldaron con el aplastante triunfo electoral de la CEDA de Gil Robles, lo que desconcertó por completo a las izquierdas. Aquel inesperado y rotundo triunfo vino a confirmar el fortísimo entronque popular de las derechas, algo que el PSOE no quiso ni pudo aceptar nunca. “Frente a la traición, nuestro deber es la revolución”, bramaba Largo Caballero en uno de sus incendiarios discursos post electorales. Es decir, si las urnas no nos dan la razón, quitémosle la razón a las urnas y apostemos por la asonada revolucionaria. Ni Ceaucescu lo hubiese expresado mejor.
El Partido Socialista se pone francamente a preparar la revolución. Ojo, la revolución no fue otra cosa que el intento de revertir de facto el curso de los acontecimientos electorales. Si el PSOE hubiese tenido de su lado al ejército, es fácil deducir cuál habría sido su estrategia.
El diario “El Socialista” pasaba por alto los esfuerzos conciliadores de Besteiro para proclamar, contra los lamentos de concordia lanzados por “El Debate”: “¿Concordia? No, ¡guerra de clases! ¡odio a muerte a la burguesía criminal! ¿Concordia? Sí, pero entre los proletarios que quieran salvarse y librar a España del lubridio”. El entonces líder socialista, Largo Caballero, inicia también su largo ciclo de amenazas con la invitación a la lucha callejera.
La responsabilidad golpista del Octubre Rojo fue predominantemente socialista. La Comisión organizadora de la revolución de octubre estuvo compuesta por Largo Caballero, Enrique de Francisco y Anastasio de Gracia. Detrás de Largo Caballero estaban ya los cerebros del socialismo de la época: Araquistain, Álvarez del Vayo y Baraibar. Amparándose en su condición de diputados, los conspiradores contra la legalidad resultante de las urnas republicanas buscaban armas y preparaban planes. Indalecio Prieto, con la colaboración del financiero bilbaino Horacio Echevarrieta, preparaba lo que luego se llamó “el alijo de la turquesa”, fantástico contrabando de armas descubierto en la localidad asturiana de San Esteban de Pravia el 10 de septiembre de 1.934.
Otra prueba de la capacidad socialista para jugar todas las cartas la encontramos en un interesantísimo episodio ocurrido en las convulsionadas Cortes de entonces. Lo protagonizaron los en teoría antagónicos Prieto y José Antonio Primo de Rivera. En plenos preparativos de la revolución, el mismo Prieto defiende a Primo de Rivera de un suplicatorio para procesarlo por tenencia ilícita de armas. Ambos se elogiaron en una rocambolesca sesión plenaria.
Los resultados de aquella revolución golpista son por todos conocidos. Centenares de víctimas mortales, ciudades asturianas destruidas, una fractura social que tardaría décadas en restañar sus heridas y, para muchos, el preludio de la ya inevitable contienda civil. Solo el PSOE fue responsable de aquel agrietamiento súbito que, a partir de entonces, haría irreconciliables las posturas. Si pudiera emplearse en historia política el lenguaje penal, la culpa de aquella revolución-golpista y trasgresora de la voluntad popular fue de las izquierdas representadas por el Partido Socialista, en un puro movimiento de reacción ante la inminente toma del poder por las derechas, a quienes democráticamente correspondía.
Ni siquiera se esperó a que la tentativa golpista tuviese la complicidad de los errores gubernativos. El nuevo gobierno, con tres ministros de la CEDA, se conoció el 4 de octubre. A la mañana siguiente, cuando los ministros aún no habían tomado posesión aún de sus despachos, comenzó en toda España la huelga general revolucionaria decretada por el PSOE y la UGT.
El Consejo de Ministros decreta el día 6 el estado de guerra en toda España. En Madrid fracasa la revolución golpista tras esporádicos tiroteos en dependencias públicas. El ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, nombró asesor especial al general Franco, quien llamó inmediatamente al teniente coronel Yagüe para mandar una columna de desembarco sobre Asturias, que desde el principio apareció como el foco principal de la rebelión golpista. Franco se convirtió así en el principal valedor y defensor de la legalidad vigente, recibiendo las mismos parabienes y las mismas adhesiones que 48 años más tarde recibió el jefe del Estado español, a la sazón Rey, con ocasión de los hechos, bien conocidos, del 23 de febrero.
Con la rebelión golpista de 1934, el PSOE perdió toda la autoridad para condenar el Alzamiento de 1936, sin duda uno de sus argumentos recurrentes en los últimos años. No así el dato de que fuese un socialista, Prieto, el encargado de arramblar con todas las reservas del Banco de España. Pero eso ya es harina de otro capítulo.
No tiene nada que ver con creencias. Es una realidad.
El PSOE fue responsable de la Revolución del 34 contra su amada República. Fueron miembros del PSOE los que asesinaron a Calvo Sotelo.
En retaguardia fueron innumerables las checas criminales del PSOE.
Su fundador, un tarado guerravicilista, lo dijo bien claro, como también lo dejó el criminal de Largo Caballero. Prieto y Negrín -que empezó en la PSOE-pudieron acabar la guerra cuando ya la tenían perdida, pero se empeñaron en mantenerla mientras robaban a manos llenas.
La Guardia civil colaboro como no podia haber sido de otra manera, como hace ahora con el gobierno criminal antiespañol de la republica, de hecho Franco estuvo en un tris de disolverla, no se puede tener principios èticos y ser guardia civil, quizàs al principio un novato con ilusiòn puede tener buena intenciòn, pero pronto se dara cuenta de lo que es ese cuerpo, por su paga, que luego quieren equiparar, nos multan de forma abusiva, colaboran con la invasion, y hasta un general hace 4 años salio diciendo que se dedicaban a censurar medios disidentes con la versiòn oficial… Leer más »
En la Guerra Civil algunos miembros se mantuvieron del lado republicano y otros pasaron al bando de los alzados.
Pero, por supuesto, nada que ver aquella gente, que defendió el Alcázar de Toledo, combatió al maquis y tuvo bajas en la batalla contra los hijos de puta de la ETA, con lo que hay ahora, que causan sonrojo en su mayor parte.
Es así. El recuerdo de los asesinados por Eta en aquellos trágicos años de plomo, tiene que ser un gran peso en la conciencia. Al morir se comparece ante Dios. Entonces, en cuanto a los de Eta,¿ Que van a decir?¿que eran “un grupo armado”?¿que se trataba de un “conflicto?. Y en cuanto a ellos ¿ que cumplían órdenes?¿que no se podía hacer otra cosa? Deberíamos meditar mas sobre la muerte. El “memento mori” nos atañe a todos. ¿Que hay de este rechazo a pensar en ello?, ¿ un miedo que nos acobarda, y nos impide tener lucidez? Si es… Leer más »
Pero como les dices a los borregos analfabetos españoles y si encima son sociomierdas,que Franco fué quien declaró la guerra.Estos cerdos(que no son otra cosa),perdieron las elecciones,y dieron un golpe de estado,y empezron a asesinar a los que no eran de su partido,y religiosos monjas curas etc,y ahiu estaba el asesino de S.Carrillo el abuelo del coletas la pasionaria y toda esa bande de criminales,Hasta que a Franco y otros generales CON DOS COJONES (no como los cobardes de ahora) fueron a por ellos.Y no olvidemos al catalomierda de Compayns otro asesino de pro.Y esta es la puta mierda que… Leer más »
En todos los países donde se han implantado, como garrapatas ,han terminado con la concordia entre ciudadanos.