El síndrome Losantos
Sospecho que, pese a haber desechado las pretensiones de tutela de Jiménez Losantos, este sigue influyendo en VOX con su pretensión de que “hay que ir unidos con el PP para echar a Sánchez”.
Lo que, inconscientemente, significa que solo es posible hacer algo si se moviliza el PP, el “voto útil”, en definitiva. Cuando Abascal critica al PSOE, lo hace muy bien, pero su mensaje pierde brío cuando llama o ruega al PP que se una contra el doctor. O se hace entender claramente a la gente cuál es el mensaje de VOX, y que el del PP significa la colaboración con el nuevo frente popular, o lo que se haga tendrá poco recorrido.
Todo el aliento del gran proyecto en marcha hacia la destrucción de la unidad de España y de la democracia surge de un supuesto: que el franquismo fue el gran mal, que arrasó la libertad y el progreso representados por el frente popular. Esto lo mantiene explícitamente el PSOE e implícitamente el PP. Pero ese frente fue precisamente el destructor de la democracia, golpeando de paso la unidad nacional, como vuelve a ocurrir hoy.
Mientras esta clave histórica no llegue con claridad a la masa de los españoles, la política seguirá chapoteando en el lodo y destrozando la convivencia en paz y libertad. Vengo explicándolo desde hace veinte años, a un nivel que no logra pasar de personal y testimonial. Por lo tanto debe asumirlo VOX a un nivel político superior. Si realmente quiere sacar al país del lodazal.
La “batalla cultural” de la que tanto se viene hablando, ha de darse, de modo no exclusivo pero sí prioritario, en el terreno de la historia, donde la han planteado el PSOE y sus aliados, y con gran éxito, por incomparecencia de los “contrarios” reconvertidos en auxiliares suyos. Creo que VOX todavía no lo ha entendido bien.
Mis estudios al respecto, sin disminuir la importancia de otros, creo que son los más conclusivos: no en vano fueron los que más alarmaron a izquierda y separatistas.