El presidente de la Generalitat y candidato de ERC a las elecciones catalanas, Pere Aragonès, se ha situado fuera del Govern tras conocer los resultados de los comicios y ha afirmado que trabajarán “en la oposición” tras unos resultados que califica de muy malos.

En declaraciones desde la sede electoral de los republicanos en el pabellón de la Estació del Nord de Barcelona, ha dicho que es el turno de PSC y de Junts de “liderar una nueva etapa” en Cataluña.

Ha achacado sus resultados a la “polarización”, la cual cree que ha hecho efecto en Catalunya, y que ha provocado que los apoyos republicanos sigan la tendencia de las elecciones municipales.

También cree que “Cataluña no es ajena a la ola reaccionaria y a la ola conservadora que se está viviendo en el conjunto del mundo”, referiéndose a los 11 escaños de Vox y a la entrada de Aliança Catalana en el Parlament con 2 diputados.

“Es una muy mala noticia, y desde la izquierda y desde el independentismo es necesario hacer una profunda reflexión sobre cómo revertir esta situación”, ha sostenido.

El presidente también ha apuntado que los resultados, que dan 20 escaños a su partido tras los 33 obtenidos en 2021, emplazan a ERC a “asumir responsabilidades”, tanto individuales como colectivas.

Son unas responsabilidades, afirma Aragonès, que llevarán a cabo desde el partido tras “analizar con serenidad los resultados” y que también les llevará a ponerse al día y reorientar su proyecto, en sus palabras.

Ha agradecido a los más de 420.000 votantes su apoyo en los comicios, así como el de “toda la gente que se ha dejado la piel en estos 93 años de historia” de ERC, pese a no obtener la representación que consiguieron en los anteriores elecciones.

“Nos sentimos orgullosos de nuestra historia, pero también nos sentimos orgullosos de lo que hemos hecho desde el gobierno republicano, desde el gobierno independentista y soberanista de izquierdas”, ha dicho.