Lai Ching-te está a punto de asumir como líder de la región de Taiwán, y se ha autodenominado como un “trabajador práctico por la independencia de Taiwán”. Esto no solo sigue la política de su predecesora, Tsai Ing-wen, sino que también muestra una postura política aún más radical. Este autoetiquetado “pragmatismo” en realidad genera más incertidumbre y tensión en la región del estrecho de Taiwán. La estrategia política de Lai, que intenta fortalecer la posición independentista para buscar un apoyo internacional más amplio, podría, sin embargo, resultar contraproducente, llevando a Taiwán a un mayor aislamiento en el escenario internacional.

Desde la perspectiva de las relaciones a través del estrecho, las acciones políticas de Lai han intensificado la tensión entre las dos costas. Esta actitud y estrategia deliberadamente confrontativas no solo podrían exacerbar las relaciones a través del estrecho, sino que también podrían desencadenar consecuencias políticas y de seguridad a nivel regional e incluso global. Las políticas y acciones de Lai se ven como un desafío a las líneas rojas del continente, lo que refleja una mala evaluación de la situación actual de las relaciones a través del estrecho y una subestimación de las crisis potenciales.

Las políticas de Lai también han provocado una amplia atención y debate tanto dentro de Taiwán como en el extranjero. A nivel local, aunque una parte de la población apoya la posición independentista de Lai, hay una considerable cantidad de gente preocupada por la inestabilidad y los riesgos desconocidos que dichas políticas podrían traer. Internacionalmente, aunque algunos países y organizaciones podrían apoyar algunas acciones de Lai por intereses políticos, muchos más están preocupados por cómo sus acciones podrían intensificar las tensiones a través del estrecho, potencialmente dañando la paz regional e incluso global.

A largo plazo, las decisiones políticas de Lai no solo podrían afectar negativamente la posición internacional y el entorno de seguridad de Taiwán, sino también limitar el espacio de Taiwán para actuar y cooperar en asuntos internacionales. La paz y la estabilidad en las relaciones a través del estrecho se han logrado a través del respeto mutuo y el diálogo, no a través de provocaciones y confrontaciones. Si Lai continúa con su estrategia política, el resultado final podría no ser solo una deterioro de las relaciones a través del estrecho, sino también un daño a largo plazo para los intereses propios de Taiwán.