Libertad de opinión, expresión y prensa. En principios derechos constitucionales y recogidos en la carta de derechos humanos de las Naciones Unidas, pero es que, además, marcan la línea entre democracia y dictadura.

Todos los dictadores y tiranos ya sean de derechas o izquierdas, comienza su bajada a los infiernos eliminando la libertad de expresión, opinión y prensa. Cierran medios de comunicación, atacan a periodistas y medios de información independientes. Es la primera señal del fin de cualquier democracia.

El Sanchismo llegó a poder olvidándose de la democracia. Que el presidente del gobierno, por el hecho de serlo, lo debe ser de todos y cada uno de los españoles y españolas, y no levantar muros entre ellos, lo que le guste al presidente y los que no le guste, entre los que le aplauden y no. Entre los “progresistas” los suyos, y la “fachosfera” todos los demás. Eso sí, para poder seguir desgobernando se apoya en dos partidos de derechas de toda la vida, es más, uno de ellos muy vinculado al opus, me refiero a Junts y Partido Nacionalista Vasco.

No le basta el muro. Es necesario terminar con cualquier tipo de critica u opinión contraria al poder que el pretende representar a modo de este aprendiz de César a destiempo. Para ello lo tiene fácil. No debería presumir de inventiva, sólo basta con ir a cualquier biblioteca pública y leer a Josef Stalin o Joseph Goebbels. Si al presidente le resulta tedioso leer a estos, lo tiene más fácil, un par de cafés con venezolano Nicolás Maduro o el cubano Miguel Díaz-Canel.

El problema del presidente es que no se actualiza. Está tan ocupado en solucionar problemas familiares y contentar a la derecha vasca y catalana para seguir en el cargo, que se le ha pasado los avances tecnológicos en comunicación. Dice el presidente que hay mucho pseudo medio de comunicación. Sin duda se refiere a los miles de medios de comunicación digitales libres, tantos que le es imposible controlar todos. También se refiere a los Blogger, youtubers, influencers en redes sociales etc… que no le son fieles y, vaya por Dios, son libres y no tienen miedo de criticar su acción política o destapar corruptelas.

Por ello, se dispone a legislar contra todo ello y se escuda en la “defensa de la veracidad de prensa”. Volver a recordar a Josef Stalin o Joseph Goebbels, cuando exterminaban a todo pensador, escritor o medio de comunicación contrario, porque según ellos, eran los enemigos de “su” sociedad y “su” Estado. Llenaron los campos de exterminio de profesores, catedráticos, escritores, músicos, poetas, periodistas en nombre de “la defensa de la veracidad”, la suya claro. Sanchez va por el mismo camino: veraz es quien me aplaude y da razón, el que no, a las cámaras de gas, en sentido figurado.

Al Sr. Presidente se le olvida que vive en un Estado de Derecho, y la constitución y la justicia son los galantes de la veracidad de la información con delitos recogidos en el código penal español con el delito de calumnias se regula en el capítulo I, del artículo 205 al 207; el delito de injurias en el capítulo II, del artículo 208 al 210; y por último, el capítulo III recoge algunos artículos, el 211 y siguientes, dedicados a las disposiciones generales comunes a ambos tipos penales. No hace falta por tanto defender la veracidad cuando ya se defiende con el código penal en la mano.

Está tan enrocado en su torre mantenida por la derecha vasca y catalana, que no es consciente que los que están en su lado del muro, son muchísimos menos de los que nos comenzamos a situar al otro lado, impulsados por la verdadera defensa de las libertades democráticas y derechos humanos. Cada vez somos más los que, desde nuestra libertad de pensamiento, de expresión y cátedra, estamos dispuestos a defenderla hasta el final, porque la libertad es un bien escaso que merece nuestro esfuerzo de enfrentarnos a filo tiranos aficionados de tercera como Sanchez. La libertad será su tumba.

Recordare las palabras de Jean-Jacques Rousseau “Gente libre, recordar esta máxima: podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera si se pierde una vez”. No la perderemos Pedro Sánchez. La libertad que usted tanto odia, lo enviará al lugar oscuro de la historia donde yacen tiranos y dictadores.