El contrato indefinido, una especie en extinción
Los datos del mercado laboral del pasado mes de mayo siguen marcando la tónica de los últimos meses. La afiliación a la Seguridad Social crece y el paro baja, pero sólo en apariencia y un mes más la hostelería a la cabeza de la creación de empleo. Sin embargo, en términos desestacionalizados, el desempleo registrado sube para comportarse como el peor mes de mayo de los últimos 10 años. Además, entre las personas que no trabajan y no están ocupadas, los que aún están en un ERTE y los fijos discontinuos inactivos llegamos a superar los 3,7 millones de trabajadores.
Otra circunstancia a tener en cuenta es que durante el mes de mayo se han firmado menos contratos que en el mismo mes del año pasado y también en el acumulado de los cinco primeros meses del año sobre enero-mayo de 2023. Los expertos lo achacan a la debilidad de la actividad económica, que puede verse también muy claramente en otros indicadores, y a que hay un claro retroceso de los trabajadores con contrato indefinido. Otro dato de mucho interés y que explica lo anterior es que apenas el 34% de los contratos indefinidos firmados son a jornada completa. Según el gabinete de estudios de USO, un mes más se están produciendo tantas rescisiones de contratos como altas. De hecho, se realizan más contratos que personas los suscriben, por ello crece el pluriempleo y aumenta la contratación a tiempo parcial. La rotación del empleo es elevadísima, con continúas entradas y salidas del mercado laboral.
El Gobierno, mientras se publican estos y otros datos relativos a la actividad económica, sigue con su argumentario, añadiendo por semanas un nuevo concepto que mantenga la ficción de que la economía española va como una moto, como un cohete o como la carrera de Taylor Swift. La cuestión es no abordar con seriedad los problemas y dar soluciones a por qué, si la economía va tan bien, seguimos siendo el país de la UE con más paro general y juvenil o por qué cada vez más trabajadores tienen dos trabajos para vivir algo más dignamente, por qué aumenta la pobreza o los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital. Los datos no engañan por más que se maquillen y se saquen parados de la lista. La reforma laboral aprobada hace poco más de un año ha conseguido que la estadística no sea fiable ni para Eurostat ni para los analistas y que el trabajo a tiempo completo sea una especie en extinción.