Si no eres blanco y te dedicas a saquear comercios e incendiar decenas de inmuebles con ocupantes dentro, la Policía inglesa lo llamará “gamberrismo”
Grupos inmigrantes de jóvenes violentos han tomado de madrugada las calles de varias ciudades de Inglaterra como Liverpool, Manchester, Nottingham, Leeds, Bristol y Birmingham, que hoy cuantifican los daños ocasionados por unos disturbios iniciados en Londres.
En Birmingham, la Policía de West Middlands ha detenido a un centenar de personas después de que grupos de jóvenes arrasaran la zona comercial, destrozaran escaparates y saquearan tiendas. En esa ciudad, unos encapuchados prendieron fuego a una comisaría. La Policía de Manchester, al norte del país, recibió llamadas que denunciaban daños producidos a vehículos, mientras en Liverpool unas 200 personas con pasamontañas o capuchas provocaron altercados. En Bristol, en el sur de Inglaterra, estallaron brotes de violencia en los que participaron alrededor de 150 individuos, y la policía urgió a los ciudadanos a permanecer alejados del centro y las calles principales.
El cuerpo policial del condado de Nottinghamshire (centro de Inglaterra) informó del ataque sufrido por una comisaría durante la madrugada y de otro incidente en el que los alborotadores prendieron un contenedor con un centenar de neumáticos en plena calle. En ese área de Inglaterra, los agentes tuvieron que enfrentarse a “varios altercados esporádicos” y detuvieron a un adolescente de 16 años y a un joven de 20, según los últimos datos.
La comisaría de Nottingham también fue blanco de ataques, y unos 40 vehículos privados resultaron dañados y ventanas destrozadas por un grupo de violentos, que también trataron de forzar unos grandes almacenes. En el condado de Kent, al sur de Londres, diez personas fueron detenidas en Medway por su implicación en episodios de vandalismo y los agentes alertaron de varios incendios en esa zona, supuestamente provocados por un grupo de unos 15 individuos.
Un gamberrismo “sin sentido”
La actual ola de violencia comenzó en el humilde barrio de Tottenham, al norte de Londres, cuando una pequeña marcha pacífica de protesta por la muerte de un joven por disparos de la policía derivó el sábado en graves disturbios. Mark Duggan, de 29 años, se encontraba en un taxi cuando fue alcanzado por los disparos de la policía en un suceso en el que un agente resultó herido y que es investigado por una comisión independiente.
Los disturbios se fueron propagando en las dos noches siguientes a otros barrios de Londres del sur y del este de la capital hasta alcanzar esta madrugada a otras ciudades inglesas.
La ministra británica de Interior, Theresa May, ha subrayado al canal Sky News la necesidad de poner fin pronto a una violencia de unas proporciones no ha visto este país desde hace años. Por su parte, la comandante de la Policía metropolitana de Londres, Christine Jones, indicó anoche que la magnitud de la violencia es “simplemente inexcusable” y recordó que las personas corrientes han visto su vida perturbada por este “gamberrismo sin sentido”.
Gamberrismo? Hmmm me recuerda a la tristemente celebre fras de “los chicos de la gasolina”.