Cada fin de semana desde junio a septiembre, los ciudadanos de Melilla pudieron viajar en todas las líneas de la COA (empresa melillense de transporte) sin que les costara un duro. Aunque de la gratuidad de la COA pudieron beneficiarse todos los melillenses, a nadie escapa que la medida tuvo como destinatario casi exclusivo a la comunidad musulmana, que es la que mayoritariamente utiliza ese medio de transporte.

Tras la inciativa subyace una vez el interés del PP de Melilla por contentar a una comunidad hasta ahora refractaria en las urnas al partido musulmán que lidera Mustafá Aberchan. “Eso hasta que Imbroda les siga dando de todo”, repone un antiguo dirigente de la Asociación pro-Melilla (Aprome), muy crítica con la paulatina islamización que ha sufrido la ciudad autónoma desde mediados de los años 80.

Para hacer posible la gratuidad del viaje en autobus, medida sin precedentes en España, el presidente de la Ciudad suscribió un convenio de colaboración con la Cooperativa Ómnibus Automóviles (COA), un acuerdo que incluyó la creación de una nueva línea que pasará por el Paseo Marítimo para acercar a los melillenses que viven en los barrios más alejados a la playa o la ampliación de la ruta que va a Cabrerizas hasta el Centro de Ocio y Deporte ‘El Fuerte’. Los barrios incluidos en el acuerdo son habitados mayoritariamente por musulmanes.

Fuentes de la COA relataron a AD episodios tan abracadabrantes como el de algunos viajeros musulmanes que permanecían varias horas a bordo de los vehículos. “Llegaban familias enteras, se montaban y pasaban la tarde dando vueltas por la ciudad”, señala uno de los conductores.

La Consejería de Economía, Empleo y Turismo sufragó los gastos de esta medida con una partida mensual de 23.000 euros y, además, puso en marcha una campaña publicitaria para dar a conocer la actuación. Según Juan José Imbroda, «este proyecto entra dentro de la política social y progresista de la Ciudad» y tiene una doble vertiente porque permite colaborar con el servicio público de autobuses de la ciudad.

Según el jefe del Ejecutivo local, «con este convenio se matan dos pájaros de un tiro, ya que, por un lado, se hace una política social progresista y, por otro, se fomenta el empleo y el trabajo en una empresa que cada día tiene más problemas porque el usuario del transporte público lo abandona y todos estamos acostumbrados a ir con nuestros vehículos».