El librito del PSOE
Manuel Recio Abad.- El día 2 de mayo de 1879 vino al mundo en Madrid, un partido político que iba a marcar la historia de España durante sus 145 años de vida. Se constituyó en la clandestinidad, en una taberna, Casa Labra, situada en la calle Tetuan y en su fundación se congregaron veinticinco personas, de los que dieciséis eran tipógrafos, cuatro médicos, un doctor en ciencias, dos joyeros, un marmolista y un zapatero. Su primer presidente : el tipógrafo gallego Pablo Iglesias Posse, fallecido en 1925 a la edad de setenta y cinco años. Doce días antes de tan tabernario acto político, reinando Alfonso XII, más concretamente el día 20 de abril, se alza victorioso en las Elecciones Generales el partido Conservador, consiguiendo 293 escaños de un total de 392 y siendo designado como presidente del Gobierno Arsenio Martinez -Campos.
Tiempos convulsos, las teorías revolucionarias van fraguándose junto a la ideología anarquista y ambas amenazan la forma de vida implantada en prácticamente todos los países europeos tras la Revolución Francesa, burguesa aquella, que acabó con el Antiguo Régimen y limitó sanguinaria mente y mano de hierro, el poder absoluto de los monarcas. La propiedad privada de los medios de producción está siendo analizada, sometida a observación por filósofos, economistas y expertos en lo que más tarde se conocerá como Ciencia Política.
En agosto de 1888 se celebra en Barcelona el primer congreso del Partido Socialista Obrero Español. Su éxito fue y sigue siendo una realidad palmaria: hay más trabajadores que empresarios y más pobres que ricos. Javier Milei, Presidente de la República Argentina afirmó recientemente que si los socialistas supiesen de economía, no serían socialistas. Sabia y creativa conclusión.
En aquel primer congreso socialista se les repartió a todos los asistentes un librito en el que se contenían una serie de ideas a modo de manual de usos y costumbres, para que sirviera de guía por los siglos de los siglos. Una especie de decálogo no escrito que debería transmitirse de padres a hijos y de abuelos a nietos, en la seguridad garantizada de que si se seguían sus consejos, el PSOE siempre tocaría poder.
El primer mandamiento del buen socialista: luchar denodadamente por asaltar el poder. El segundo: el fin justifica los medios. Tercero: No hay mejor ideología que la nuestra. Cuarto: La división de poderes fue una majadería inventada por un tal Rousseau. Para el buen socialista los tres poderes han de estar dirigidos por nuestro Secretario General, presida o no el gobierno de turno. Quinto: las leyes están a nuestro servicio. Si no lo están se derogan y cambian por otras más acordes con nuestros objetivos. Sexto: la mentira es nuestra, nos pertenece. Por eso la llamamos por su verdadero nombre: cambio de opinión. Séptimo. Si alguien se opone abiertamente a nuestra organización debe ser insultado, denigrado y llegado el caso, si no ceja en su empeño, podrá ser eliminado. Octavo no temer a la ciudadanía. Está conformada por gente inculta, poco preparada y corta de entendederas. Su pésimamemoria les hará olvidar todos los abusos que podamos cometer. Hagamos para nosotros el bien y no mires ni cómo ni con quien. Noveno: los jueces y fiscales deberán cumplir puntualmente las órdenes que se les imparta. Si cometen el error de denunciarnos o juzgarnos podrán ser removidos de sus destinos e incluso eliminados. Décimo: El territorio nacional nos pertenece como continente. El contenido también. En caso de guerra o conflicto grave debemos detraer de las arcas del tesoro todo lo necesario para que el partido pueda subsistir en el exilio y así poder regresar para que los tontos sigan creyendo que luchamos por ellos.
Este compendio de la anti política sigue vigente. Dependiendo de la formación ética de los secretarios generales que han ido sucediéndose a lo largo de los años y sus convenciones, veinte en total, el librito ha sido seguido, bien en su totalidad o parcialmente e interpretado moderada o exageradamente. Esta última modalidad es la seguida por la tendencia sanchista tratando de imponer,caiga quien caiga, una democracia de corte ácrata, dirigida desde la exclusión y el autoritarismo, a la vez simplona, fomentando el continuo cabreo del pueblo, de lo que culpa a una extrema derecha ultra que hoy por hoy solo existe en el librito. La demagogia cansa y con ella Sanchez no consigue ganarse el favor popular. No llama a la puerta con educación, entra a patadas, gritando lo que él entiende que el pueblo quiere oír. Demasiados frentes judiciales abiertos le impiden hablar con seguridad, a veces balbucea, duda y saca una sonrisa hipócrita impropia de un buen líder. Sabe que el final de su vida política se acerca. Vuelve a releer el librito y comprueba que ya ha puesto en práctica casi todas las añejas y muy comprobadas recomendaciones. Le anima el éxito del laborista en la pérfida Albión, pero no se engaña, la “temible” extrema derecha, ese invento socialista de los años veinte del pasado siglo, hoy conformada por liberales, centristas, democristianos y otros, campea vencedora en Europa. Ver salir a su esposa sin esposas, pero camino de los juzgados, le llena de indignación.
Hay cosas del librito que aún no se ha atrevido a poner en práctica pero…. ”como me sigan cabreando , se van a enterar estos jueces fachas… ” Que democracia tan rara nos ha tocado vivir gracias al PSOE y…. su maldito librito».