Marruecos libera a casi 27.000 presos en cinco años: «Están vaciando las cárceles y metiéndoles en pateras»
El Reino de Marruecos ha indultado a casi 27.000 presos en los últimos cinco años. De esta forma, el régimen alauí quiere solucionar un problema de hacinamiento en sus prisiones que ha reconocido desde la propia Delegación de la Administración Penitenciaria y de la Reinserción (DGAPR).
La evolución de indultos ha ido en aumento en los últimos años hasta llegar a un total de 26.941 aprovechando diversas efemérides como el propio cumpleaños del monarca.
El último gran indulto tuvo lugar el pasado 9 de abril, cuando Mohamed VI liberó a un total de 2.097 condenados, 18 de ellos encarcelados por delitos de extremismo y terrorismo. Lo hizo con motivo de la fiesta que marca el final del mes de ayuno de Ramadán, Aid al Fitr. El régimen alauí ejecutó el 16 de junio un nuevo indulto para 1.484 condenados a prisión con motivo de la Fiesta del Sacrificio (Aíd Al Adha).
Ya son casi 3.600 amnistiados en lo que va de año. En 2023 fueron puestos en libertad más de 6.700 presos, entre ellos un total de 17 que estaban en prisión por delitos de extremismo y terrorismo que, según Marruecos, habían «expresado oficialmente su compromiso con las constantes sagradas de la nación y con las instituciones nacionales».
«Están vaciando cárceles y metiéndolos en pateras»
Según cuenta La Gaceta, fuentes de la Policía Nacional consultadas han señalado que, a través de las rutas de la inmigración ilegal están llegando a España muchos de estos amnistiados por el régimen alauí. «Están vaciando cárceles y metiéndolos en pateras», señalan.
Es una situación que mantiene preocupados a los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Trasladan que muchos de los inmigrantes ilegales que llegan en embarcaciones al litoral andaluz desde el norte de Marruecos han llegado a reconocer en las entrevistas policiales que han estado en prisión, incluso cuando han sido entrevistados por efectivos de FRONTEX.
«Muchos tienen cicatrices y golpes en la cabeza», destacan. Su apariencia denota que han tenido una vida envuelta en numerosos conflictos y que ahora han terminado en España a través de las rutas de la inmigración ilegal.
Desde la Comisaría General de Extranjería y Fronteras (CGEF) aseguran estar haciendo un seguimiento de esta cuestión ya que de cara a los próximos meses esperan que se produzca un aumento de entradas ilegales a través de costas andaluzas. La liberación de casi 3.600 presos en lo que va de año mantiene a los agentes en alerta ante el temor de que muchos de ellos acaben en territorio español.