Bienvenida la mala educación
Belén Bajo.- Está muy mal, pero que muy mal, que el futbolista Dani Carvajal llamara asesino a Pedro Sánchez. ¡Ay, no! Que fue el cariñoso y respetuoso apelativo del director de cine Pedro Almodóvar a Mariano Rajoy. ¡Maldita memoria! Como veo el revuelo que se ha montado con el saludo del jugador de la selección española, tildándole de maleducado, por darle la mano sin mirarle el rostro, se me han debido de electrocutar las neuronas.
Mala educación, repiten como papagayos todos los dirigentes socialistas. Hay que reconocer que los socialistas cumplir las directrices, las cumplen. Sean contra Carvajal o contra Feijóo. A primera hora de la mañana, como el pan recién horneado, entra en el móvil la directriz y a cumplirla como las ovejas bobas que, donde va una, van todas.
Debe de ser buena educación para la mente izquierdosa que el fiscal general del Estado filtre datos de un particular, que se ordene archivar el caso de Begoña Gómez, que dependiendo de quien cometa el delito, el delito deje de ser delito. O se fomente la desigualdad entre españoles por territorio, ideología o conveniencia.
Si es que la investidura de Salvador Illa nos va a salir por 15.000 millones de euros, de momento, que ya serán muchos más. El equivalente al fichaje de 67 millones de Neymares, el jugador más caro de la historia del fútbol. Con la pequeña salvedad de que el desembolso de los 222 millones a Neymar Junior lo hizo el París Saint-Germain, y el de los quince mil millones de Illa, lo pagamos todos.
Con todo lo que pasa, poco le pasa a Pedro Sánchez. Si mala educación es gritar como Rodri Hernández “Gibraltar español” o que Joselu Mato, Lamine Yamal y Dani Carvajal no le miren el rostro, también me declaro ciudadana mal educada.