El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo el sábado (27 de julio) que el liderazgo de Rusia era «hiperracional» y que Ucrania nunca podría cumplir sus esperanzas de convertirse en miembro de la Unión Europea o la OTAN.

Orbán, un nacionalista en el poder desde 2010, hizo estos comentarios durante un discurso en el que pronosticó un cambio en el poder global desde el «irracional» Occidente hacia Asia y Rusia.

El presidente húngaro, cuyo país ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la UE, se ha diferenciado marcadamente del resto del bloque al buscar lazos más cálidos con Beijing y Moscú, y enfureció a algunos líderes de la UE cuando realizó visitas sorpresa a Kiev, Moscú y Beijing este mes para mantener conversaciones sobre la guerra en Ucrania.

Orbán, cuyo propio gobierno ha aprobado una serie de medidas anti-LGBT, dijo que Rusia había ganado influencia en muchas partes del mundo al tomar medidas enérgicas contra los «derechos LGBTQ+».

Declaraciones

“Lo que estoy diciendo y lo que estamos afrontando es, en realidad, un cambio del sistema mundial. Y se trata de un proceso que comienza en Asia. Para decirlo de forma breve y primitiva, en las próximas décadas, pero quizá en siglos, porque el sistema mundial anterior también se superpuso durante 500 años, Asia será el centro dominante del mundo. China, India, Pakistán, Indonesia, etcétera”.

«Incluso ahora, Occidente ha emitido su expectativa, su instrucción, de que el mundo debería tomar una posición contra Rusia y apoyar a Occidente sobre una base moral. En contraste, la realidad es que todo el mundo está apoyando lentamente a Rusia. Que China y Corea del Norte hagan esto tal vez no sea una sorpresa. Conociendo la historia de Irán y su relación con Rusia, que Irán lo haga, es algo sorprendente. Pero el hecho de que India, que el mundo occidental llama la democracia más grande, o simplemente la más poblada, también esté del lado de los rusos es un callejón sin salida. El hecho de que Turquía se niegue a aceptar las expectativas morales de Occidente, a pesar de ser miembro de la OTAN, es sorprendente. Y el hecho de que el mundo musulmán vea a Rusia como un socio en lugar de un enemigo es completamente inesperado».

«La guerra ha revelado que el mayor problema del mundo actual es la debilidad y la desintegración de Occidente. Por supuesto, los medios de comunicación occidentales no lo afirman, en Occidente afirman que el mayor peligro del mundo es el problema de Rusia y el peligro que representa. Eso es un error».

«Rusia es demasiado grande en comparación con su población y, además, está bajo un liderazgo hiperracional. Hay un liderazgo, no hay nada misterioso en lo que hace, se desprende lógicamente de sus intereses, por lo tanto, es comprensible y previsible. Por otro lado, el comportamiento de Occidente, como puede haber quedado claro por mis palabras hasta ahora, no es comprensible, no es previsible, Occidente no ha liderado, su comportamiento no es racional y no puede manejar la situación».

«Este poder blando occidental se ha convertido en un poder blando ruso, porque los LGBTQ son ahora la clave para difundir los valores occidentales, y todo aquel que no lo acepte es clasificado como atrasado por el mundo occidental. Por eso, no sé si usted está prestando atención, pero creo que es notable que países como Ucrania, Taiwán y Japón hayan adoptado leyes sobre partidos LGBTQ en los últimos seis meses. Sin embargo, el mundo no está de acuerdo con esto y, como resultado, el arma táctica más fuerte de Putin hoy, la imposición de los LGBTQ en Occidente, es resistirse a ello, resistirse a ello, a pesar de que es el atractivo internacional más fuerte de Rusia. Y así, como un bumerán, el antiguo poder blando occidental no se transforma en poder blando ruso».

«El tiempo está del lado de la política de paz. Los ucranianos ya lo han entendido, ahora sólo los europeos deben entrar en razón antes de que sea demasiado tarde. Trump (el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump) está ‘ante portas’ (a las puertas). Si Europa no cambia a una política de paz antes de esa fecha (las elecciones estadounidenses), después de la victoria de Trump tendrá que hacerlo reconociendo su derrota, avergonzada y asumiendo la responsabilidad de esa política».