Diputados progresistas en México rechazan una propuesta para prohibir el matrimonio infantil en los pueblos indígenas
En el marco de la reforma constitucional que se está llevando a cabo en México, puntualmente en la modificación del artículo n° 2 de la Constitución Nacional -en el que se busca reconocer a los pueblos y nacionalidades indígenas y afro como sujetos de derecho público-, una diputada propuso prohibir los matrimonios infantiles en las comunidades aborígenes, algo que, según argumentan desde el progresismo, es una costumbre de los pueblos originarios.
Sin embargo, la moción de proteger a los menores no llegó al debate de la Comisión de Puntos Constitucionales, cuando legisladores del oficialismo -Morena-, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, votaron en contra de la iniciativa.
La propuesta presentada por la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Laura Lorena Haro Ramírez, buscaba garantizar los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres, pero con 16 votos en contra y solo 10 a favor, no pudo ser discutida.
Haro Ramírez aseguró que “aunque el código civil prohibió el matrimonio forzado infantil, sigue siendo una práctica recurrente”. Por eso, pidió que se aprobara su propuesta enmarcada en la fracción segunda del 2° artículo constitucional.
“Votemos a favor de la discusión de esta reserva”, había solicitado la diputada del PRI, pero su llamado no tuvo éxito.
La prohibición del matrimonio infantil no fue la única reserva rechazada en la Comisión, y desde el PRI lamentaron que se perdiera la oportunidad de «mejorar el dictamen».
De acuerdo al análisis de la periodista conservadora Mamela Fiallo sobre el tema, esta negativa de los partidos de izquierda es un intento del progresismo de volver a la barbarie. Según Fiallo, no se trata de respetar costumbres, sino que es mera esclavitud, y esas niñas que son obligadas a casarse a tan temprana edad, interrumpen su inocencia forzadamente convirtiéndose en víctimas de violación.
“El amor libera, pero para que haya amor, debe ser consensuado, y los menores de edad no tienen capacidad de consentir”, explicó la columnista y profesora universitaria. Y agregó: “Ellos no son progreso, ellos son el retorno a la barbarie y ellos no honran las tradiciones indígenas, sino que pisotean a nuestros ancestros indígenas que lucharon codo a codo con nuestros ancestros españoles para poner fin a la barbarie”.
Cabe destacar que, entre 2010 y 2021, al menos 153.000 menores de edad fueron casados en México, de los cuales, el 67% eran niñas de entre 9 y 17 años, según un informe de La Lista. México es además, el mayor exportador de niños en el mundo para consumo sexual.
¿Y no prohibieron los matrimonios forzados de niñas que no desean obedecer a sus padres cuando les ordenan casarso con quien ellos han acordado?