ED.- Europa, está Europa decadente y suicida, esta Europa putrefacta, ha caído tan bajo que ejercer la libertad de expresión cuesta la vida y, además, tiene al frente a políticos que siguen una hoja de ruta satánica y siniestra de obligado acatamiento.

Asistimos a la muerte de la estupidez de lo políticamente correcto y los políticos son sus patéticos enterradores. La mafia woke hace llamamientos patéticos y derrotistas a unos principios que ellos llevan tiempo combatiendo con su locura multiculturalista. De inmediato, han recurrido a las nociones más cutres y bajas de lo políticamente correcto, con el añadido de esa fatwa ridícula de la islamofobia, que ya no asusta a nadie.

La civilización occidental se ha basado en el predominio de cierto sentido de la razón desde los griegos, pero en las últimas décadas el irracionalismo estúpido, travestido de relativismo antropológico, se ha enseñoreado de la escena y es el consenso del partido único y del monopolio mediático. Sostener que los crímenes que de forma permanente tienen lugar en suelo europeo son solo casos aislados protagonizados por perturbados mentales, es una frase sin lógica alguna, sin fundamento, sin sentido, propia locos que, sin embargo, están al frente de nuestras naciones.

Es preciso señalar que la masacre de Solingen ha sido otra gran cagada de los muy poco inteligentes servicios de inteligencia alemanes y de los políticos dedicados a desarmar a la sociedad.  armado.

En una situación de normalidad, casi todos los líderes europeos estarían dimitidos, porque ellos son los culpables de esta guerra que han montado sin venir a cuento en el interior de las sociedades europeas, promoviendo el asistencialismo del Estado intervencionista (aquí Cáritas debería, por coherencia, cambiar la cruz, ya que ha sido incapaz de lograr una sola conversión).

El martirologio es inmenso. El integrismo tendría sus horas contadas, y serían pocas, sin los Macron y los Keir Starmer, sin los Pedro Sánchez y los Steinmeier, o sin la descerebrada de Yolanda Díaz, partidaria de quitar las vallas.

¿Por qué esa exaltación de la estupidez? Porque son nuestros políticos los que nos han traído a nuestros enemigos, incluso con nuestro dinero, con nuestros impuestos, para acabar con nuestra civilización occidental y cristiana (en lo que últimamente se esfuerza el Papa Paco.

Están asesinando cristianos por todo el mundo pero la Iglesia católica, su jerarquía, en una abjuración lamentable y pecadora, se ha puesto en pompa, e incluso se ha convertido en la financiadora de sus enemigos (nunca doy ni un céntimo a esa jerarquía entreguista y aconsejo hacer lo propio).

Hay sin embargo una oleada salvadora que recorre Europa bajo el nombre de derecha identitaria. Parece obvio que los ciudadanos europeos ya no creen las monsergas de los traidores que les desgobiernan y que no están por la labor de alimentar a sus matarifes ni por este suicidio colectivo, sino que están bien dispuestos a reaccionar contra los integristas y contra quienes les han tomado por sus mascotas y les perdonan todo, incluidos sus horrendos crímenes.

Porque si tuviéramos que hacer caso a los progres tontos del culo encima tendríamos que pedirles perdón y agradecerles sus crímenes. Muchas de estas cosas sólo se entienden si se considera que parte de nuestra casta política está a sueldo de saudíes y qataríes; y, desde luego, tenemos un caso histórico: el conde Don Julián.

Porque ha llegado el momento de pedir explicaciones por aquella patraña de la “primavera árabe”, y aquella traición irrestricta del estúpido de Barack Obama –en la práctica, un prointegrista o un compañero de viaje- o aquella canallada de organizar toda una guerra para acabar con Gadafi y entregar Libia a los integristas, como se pretendió con Egipto, o la canallada añadida de demoler Siria y montar el estado islámico a cuenta del dinero de los contribuyentes occidentales, y de esa gentuza inmunda de los Saud.

Lamentablemente, la crónica diaria registran nuevo apuñalamiento masivo en Alemania. Y una vez más, los políticos tradicionales germanos muestran los harapos de su indigencia: políticamente, traidores y canallas; intelectualmente, unos perfectos indigentes.

Ataque con cuchillo en Solingen

Un ataque con cuchillo en una fiesta para celebrar los 650 años de la ciudad de Solingen (oeste de Alemania) ha dejado al menos tres muertos y un numero todavía no precisado de heridos, según datos de la policía.

La Policía ha calificado el ataque de atentado y ha desplegado un gran operativo con numerosos agentes armados, vehículos especiales y el apoyo de helicópteros para buscar al responsable sobre quien no se ha proporcionado una descripción aunque según algunos medios hay testigos que hablan de un hombre de “aspecto árabe”.

“Ese es uno de nuestros problemas, no tenemos suficientes datos sobre él”, dijo el portavoz de la Policía, Alexander Kresta al canal privado NTV.

La Policía parte de la base de que se trata de un hombre solo y no tiene datos acerca de posibles cómplices y parte de que se trata de un atentado terrorista y no un acto de locura, como se pensó en un principio.

El hombre, según la policía, después de apuñalar a varias personas en el cuello logró evadirse en medio del pánico.

Los hechos ocurrieron cuando se estaba realizando un concierto que formaba parte del festival y que fue interrumpido para pedirle a la gente que dejara el centro de la ciudad.

“No quiero que cunda el pánico, mantengan la tranquilidad. Pero tenemos un ataque a cuchillo con varios heridos, tenemos que interrumpir el festival. Váyanse por favor lentamente a casa”, dijo uno de los responsables del festival, Phillip Müller.

Evitar el centro de la ciudad y permanecer en casa

El festival tuvo que suspenderse y se le pidió a la gente que evite el centro de la ciudad y permanezca en casa.

“En Solingen estamos todos consternados. Queríamos celebrar el aniversario de nuestra ciudad y ahora tenemos que guardar duelo por los muertos y lamentar los heridos, Tengo lágrimas en los ojos y el corazón roto. Pienso en los que han muerto y rezo por los que aún luchan por su vida”, dijo el alcalde de Solingen, Tim Kurzbach, en Facebook.

Según los organizadores, todavía hay nueve personas en peligro de muerte. La policía habla de cinco heridos graves.

El ministro de Interior de NRW, Herbert Reul, se ha desplazado a Solingen. “Uno quisiera que no fuera verdad lo que se ve aquí. Pienso en los deudos de las víctimas y en los heridos. Sólo nos queda esperar que los heridos de gravedad de salven”, dijo.

Por el 650 aniversario de Solingen se esperaban durante el fin de semana al menos 80.000 visitantes. El festival debía prolongarse hasta el domingo con diversos conciertos y espectáculos.

El ataque se produjo poco días después de que la ministra de Interior, Nancy Faeser, anunciara planes para restringir el porte de cuchillos largos en la vía pública.

Ataque aleatorio

“La Policía tiene desplegadas un gran número de fuerzas alrededor del casco antiguo de Solingen, entre ellas fuerzas especiales. En estos momentos se está interrogando a víctimas y a testigos”, informó la Policía de la región de Renania del Norte – Westfalia (NRW) en un comunicado.

La Policía pidió a la población que proporcionara indicios o imágenes del momento de la agresión a través de un portal de internet creado de forma especial para tal efecto, en un intento de reforzar los criterios de búsqueda.

“El atacante acuchilló a personas de forma aleatoria. Por eso en estos momentos partimos de un atentado”, dijo por su parte el comisario Sascha Kresta, portavoz de la policía de Wuppertal, que señaló que según sus informaciones el agresor trató de herir de forma deliberada a las víctimas en la zona del cuello.

“En estos momentos hay tres víctimas que fueron heridas de forma letal y cinco heridos graves, así como gente que está en shock”, afirmó en declaraciones a la prensa.

Cómo ya es habitual, las autoridades alemanas ocultan la identidad del matarife, así como la naturaleza ideológica del crimen, lo que nos obliga a descartar que sea de extrema derecha.