En los últimos cuatro días se ha registrado una media de 700 intentos de entrada en Ceuta por parte de inmigrantes ilegales. El pico, según los datos ofrecidos ayer por la Delegación de Gobierno, se produjo en la noche del domingo, con 1.500 tentativas. Entre los que consiguieron alcanzar la ciudad autónoma se ha producido una media diaria de 200 devoluciones inmediatas.

El centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI) se encuentra sobrepasado, ya que atiende a 800 personas pese a tener una capacidad de 500 plazas de su capacidad. Muchas de las llegadas se están produciendo a través de la playa de El Tarajal, que el domingo fue cerrada al público. La intensa niebla que ha reinado los días pasados sobre la zona empujó a cientos de personas a lanzarse al agua para intentar llegar a nado al lado español de la frontera. Muchos de ellos tuvieron que ser rescatados por las embarcaciones de la Guardia Civil y de Marruecos.

La delegada del Gobierno, Cristina Pérez, informó que se han reforzado las medidas de seguridad y asistencia, aunque remarcó que no ha sido necesario pedir la ayuda del Ejército. En cualquier caso, la situación de la ciudad autónoma, de 85.000 habitantes, es desesperada, señaló su presidente Juan Jesús Vivas, quien pidió “auxilio” al Gobierno central y al resto de las comunidades autónomas.

Vivas se detuvo en la situación de los menores extranjeros no acompañados. Según detalló, Ceuta ha pasado de acoger a 150 menores en enero a los 475 que hay actualmente, pese a tener capacidad para atender correctamente a 132. El problema va en aumento porque la llegada de niños y adolescentes no cesa. “El colapso de nuestra capacidad de acogida es manifiesta, es evidente, es incuestionable”, señaló el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta.