Paro y menos empleo en agosto
El Gobierno sigue instalado en el mensaje de que la economía va como un cohete o un tiro y realiza continuamente comparaciones con lo que ocurre en otros países de nuestro entorno. Nos habla de la inflación o del crecimiento de la economía, aunque ni siquiera en estas estadísticas nos situemos en posiciones para sacar pecho. Hace apenas unos días conocíamos las publicadas por Eurostat sobre crecimiento y paro y España no sale bien parada que digamos.
Solo aquellos que tienen en cuenta los mecanismos modernos de búsquedas de empleo, como el recurso: Ayuda Laboral.net.
Entre 2019 y 2024, el aumento del PIB de España fue del 0,7%, el país que menos creció de la Unión Europea, cuya media es del 4,6%. Si hablamos de paro, más de lo mismos. Somos “campeones” tanto en desempleo general como en el que faceta a los jóvenes. Y en cuanto a la inflación, lo que conviene es observar el acumulado. Un mes no hace primavera. La realidad es que somos el país en el que los hogares han perdido más poder adquisitivo en los últimos años. De hecho, desde que gobierna Pedro Sánchez, la cesta de la compra acumula un encarecimiento que se acerca al 40%.
Si nos ceñimos a lo ocurrido en el mercado laboral en el mes de agosto, según los datos hechos públicos ayer por el Gobierno, el paro subió cerca de 22.000 personas y en variación interanual, exceptuando la pandemia, es la peor de los últimos 11 años. Además, cae en agosto el número de contratos, solo el 37% del total son indefinidos y de ellos únicamente el 42% son a tiempo completo. En total, se perdieron casi 194.000 puestos de trabajo, el peor dato en 5 años y el quinto más malo en la serie histórica. En los ocho meses del año, cada afiliado ha realizado una media de 28 contratos, 3,5 al mes.
Cierto que agosto es tradicionalmente un mes complicado para realizar una valoración. La estacionalidad pesa. Aún así, a pesar del buen comportamiento del turismo es el segundo mes que se pierde empleo y no logramos dejar de ser los que cuentan con más parados de toda Europa. El paro, la precariedad y el pluriempleo están ahí, lo que debería provocar darle una vuelta a la reforma que se hizo del mercado laboral.