Denuncian un aumento de la represión contra mujeres y niñas tras la muerte de Mahsa Amini en Irán
La misión de investigación de Naciones Unidas para Irán ha acusado este viernes a las autoridades de incrementar la represión contra mujeres y niñas tras la muerte bajo custodia hace dos años de Mahsa Amini, una joven detenida por la ‘policía de la moral’ en la capital, Teherán, por supuestamente llevar mal puesto el velo.
La misión ha señalado en un comunicado que Teherán “ha intensificado sus esfuerzos para reprimir los derechos fundamentales de mujeres y niñas y aplastar las iniciativas del activismo femenino” tras la oleada de movilizaciones desatadas tras el fallecimiento de Amini el 16 de septiembre de 2022.
Así, ha manifestado que “si bien las protestas se han reducido durante estos dos años, la incesante rebeldía de las mujeres y las niñas es un recordatorio constante de que todavía viven en un sistema que las relega a la categoría de ‘ciudadanas de segunda clase'”.
“Desde abril de 2024, las autoridades han incrementado las medidas y políticas represivas a través del Plan Nur, que anima, aprueba y respalda las violaciones de los Derechos Humanos contra mujeres y niñas que no respetan el uso obligatorio del ‘hiyab'”, ha apuntado la comisión de investigación de la ONU.
En este sentido, ha abundado en que las fuerzas de seguridad “han incrementado los patrones existentes de violencia física”, mientras que las autoridades “han incrementado la vigilancia” en torno al cumplimiento del código de vestimenta “tanto en la esfera pública como en privado”, incluido el uso de drones.
“El proyecto ‘Hiyab y Castidad’ está en sus últimas etapas de cara a su aprobación por el Consejo de Guardianes”, ha advertido, antes de especificar que contempla penas más duras para las mujeres que no cumplan con el código de vestimenta, incluidas “multas exorbitantes”, “penas de cárceles más largas”, “restricciones en el trabajo y las oportunidades educativas” y “prohibiciones de viaje”.
Por otra parte, ha denunciado igualmente el “aparente nuevo patrón” de condenas a muerte a mujeres activistas por delitos relacionados con la “seguridad nacional”, al tiempo que ha remarcado que sigue sin haber “una rendición de cuentas significativas” por los abusos de los Derechos Humanos cometidos por las autoridades.
“Sin medidas disuasorias contra el Estado ante las crecientes violaciones contra las mujeres y las niñas, no hay esperanza realista de que las víctimas y las supervivientes puedan acceder de forma plena y significativa a los derechos y libertades fundamentales a los que tienen derecho y que Irán tiene la obligación de respetar y garantizar”, ha argumentado la misión
De esta forma, ha pedido a Teherán que detenga las ejecuciones de manifestantes y que anuncie una moratoria a la pena capital de cara a su abolición, al tiempo que ha solicitado el fin de “todas las políticas represivas y medidas institucionales adoptadas y diseñadas para reprimir a mujeres y niñas y perpetuar la violencia y la discriminación contra ellas”.
La comisión ha pedido además a los Estados miembro de la ONU que aumenten sus esfuerzos para “lograr justicia para las víctimas” y que aceleren las solicitudes de asilo y entreguen visados humanitarios a las víctimas de violaciones de los Derechos Humanos, especialmente los que sufren heridas graves o hacen frente a persecución, particularmente mujeres y niños.