La leyenda negra y sus “negrolegendarios”
La leyenda es un género literario, que se aparta de la verdadera Historia y de la auténtica tradición, -acreditada mediante documentos y datos que dan fe de su verosimilitud- para entrar en el campo del mito. Éste se construye sobre la base de hechos o personajes auténticos a los que se falsea con circunstancias que deforman su autenticidad, con el objetivo de ensalzarlos o denigrarlos. La historia en general -que no pertenece al género de las ciencias exactas- puede ser confundida con ese género literario, construido sobre hechos y personajes míticos, y que para poder ser reconocidos como tales, califica como leyendas a sus relatos y legendarios a sus protagonistas, construidos y narrados a partir de mitos.
La «leyenda negra» forma parte de ese género literario y es un episodio radicalmente falso de la Historia de España, con el objetivo de condenar y desacreditar la gigantesca obra de conquista y evangelización de un «nuevo mundo» por parte de la Corona de España, iniciada por los Reyes Católicos en 1492. El calificativo de «negra» es claro respecto de lo que se pretendía -y se pretende todavía- conseguir con ella. Quiénes, y por qué lo hicieron, no es difícil saber por quien desee conocer la auténtica «verdad histórica» y no la «falsa y negra» construida desde un bando político, ideológico, económico, religioso o cultural -que de todo existe en la actual «viña» del Señor- para desacreditar al Imperio español en el siglo XVI y la España actual.
Lo cierto es que un Imperio en el que «no se ponía el sol» y además era católico y actuaba como tal para extender la fe, no debe extrañar que fuera considerado por sus competidores, adversarios o enemigos, como un objetivo prioritario a batir, y esa leyenda fue el principal instrumento utilizado para ello como estamos comprobando ahora con el episodio del expresidente de México AMLO y su actual sucesora y discípula aventajada.
Historiadores acreditados como la española Elvira Roca, el británico Henry Kamen, o el argentino Marcelo Gullo, entre otros muchos, han descalificado esa leyenda por contraposición a la verdadera gesta histórica realizada por España. Por supuesto que no exenta de abusos y errores como en toda obra humana, máxime de este nivel y realizada hace cinco siglos, pero cuyo balance y frutos son objetivables. A la naturaleza católica del Imperio y a su afán evangelizador, se le opusieron los herejes y herejías del momento acompañados de la masonería, a los que se sumaron los competidores de esos grandes mercados conquistados, y envidiosos diversos de su grandeza. Lo patético es que no pocos «españoles» la asumen todavía. Como los socios de Sánchez.