La extrema izquierda francesa trata de silenciar el asesinato de Philippine a manos de un inmigrante con antecedentes
Bochorno absoluto en Francia, no solo por sus políticas migratorias, sino por la reacción de una parte mínima de la sociedad ante uno de los sucesos más trágicos que se recuerdan en el país. Tan solo un día después del emotivo entierro que tuvo lugar en París para despedir a Philippine, la izquierda radical francesa ha pasado a la acción con una campaña de descrédito inhumana hacia la joven asesinada.
Philippine, estudiante 19 años, perdió la vida pasado fin de semana a manos de un hombre de origen marroquí. El presunto asesino, detenido este pasado martes en Suiza, ya contaba con antecedentes penales tras violar a otra mujer hace cinco años.
El suceso, uno de los más mediatizados en la esfera pública francesa, ha adquirido otro cariz. En concreto, a pesar de que a lo largo de la semana se han ido sucediendo los recordatorios hacia la estudiante en varias de las universidades del país, estos homenajes han intentado ser silenciados —e incluso arrancados literalmente— por manifestantes de la izquierda radical francesa.
Este sábado, en la pequeña localidad de Vienne, situada en escasos kilómetros de Lyon, se vivían nuevos episodios de tensión en otro de los actos convocados para recordar a la víctima. En el momento más emotivo, una treintena de personas irrumpía en el lugar escogido, boicoteando el acto en memoria de la joven.
Los manifestantes, sin ningún tipo de sensibilidad, comenzaron a cantar la canción Siamo Tutti Antifascisti (Todos somos antifascistas), utilizada habitualmente por los activistas de extrema izquierda en Francia. De hecho, lejos de pedir perdón o mostrar una ligera autocrítica, uno de los asistentes calificó como «explotación del feminicidio» la concentración convocada en Vienne.
«Los racistas que vinieron a Isère para manifestarse y explotar el feminicidio en Philippine son un fracaso. Recordemos que la extrema derecha es enemiga de los derechos de las mujeres», compartió uno de los boicoteadores, quien según el diario francés Le Figaro, pertenecería al sindicato de la Francia Insumisa (La France insoumise).
Una de las asistentes al homenaje fue la diputada del partido conservador francés, Hanane Mansouri, quien compartió en su cuenta de X lo vivido en las últimas horas.
«Nuestro minuto de silencio en homenaje a Philippine en Vienne fue interrumpido por la extrema izquierda. Vergüenza para estas personas que empañan la memoria de nuestros inocentes compatriotas», compartió. Asimismo, Mansouri calificó como «vergonzoso» lo sucedido, alegando que «todos podríamos haber sido Philippine».
Constantes sabotajes
Lo ocurrido en la localidad de Vienne se ha venido repitiendo a lo largo de estos días en algunos puntos del país. Distintos sindicatos universitarios han denunciado que varios grupos pertenecientes a colectivos de extrema izquierda optaron por tomarse la justicia por su mano, arrancando cada uno de los carteles en los que se pedía justicia para la víctima.