El artista catalán Loquillo es expulsado de un taxi en Barcelona tras pedirle al taxista que le hablara en castellano
La política lingüística de la Generalitat de Cataluña es sinónimo de trato desigual. De discriminación. Esa persecución mal disimulada que deviene una acción enfadosa y continua con que se acosa a alguien a fin de que condescienda a lo que de él se solicita.
Una política lingüística impositiva que, en los últimos meses, ha redoblado sus esfuerzos. Puestos a hablar de los hechos recientes, merece la pena detenerse en un caso paradigmático: el reciente linchamiento público de una enfermera gaditana –que trabaja en un hospital de Barcelona– por haber cuestionada la obligación –el requisito– de dominar el catalán –grado superior de conocimiento– para ser admitida en la oposición que permite acceder a una plaza de enfermería en Cataluña.
El suceso que vamos a contarle ha trascendido debido a la notoriedad social del afectado, por lo que es fácil de deducir que hechos similares tienen cada día a catalanes anónimos como damnificados.
Ocurrió en Barcelona, donde un taxista de la ciudad condal se habría topado con el famoso artista catalán Loquillo. Al dirigirse a él en catalán, el famoso le pidió que cambiara de idioma y continuara la conversación hablando en castellano.
La historia se ha difundido debido a que otro pasajero del taxista, el periodista Roger de Gràcia, pudo escuchar la historia de primera mano. Al parecer, al subir al mismo taxi el tema salió a la luz, llevando a que el curioso periodista descubriera los detalles de lo sucedido.
A posteriori, el periodista acudió a su perfil de Twitter para contar la historia, lanzando este mensaje: “El taxista me explica que hace poco echó del taxi a un personaje catalán conocido que le exigía que se le dirigiera en castellano. Apuestas”.
Dicho esto, el altercado entre el famoso y el taxista terminó con una decisión contundente por parte del conductor, al exigir a Loquillo que se bajara del vehículo, dejándole en la calle.
Por lo que se ve, la política lingüística impulsada por la Generalidad impide a los usuarios el derecho constitucional a ser atendidos en la lengua oficial de la nación.
Hace ya mucho tiempo volvía de un viaje del extranjero con escala en Barcelona, tenía muy poco tiempo para coger el avión, había un mostrador de información atendido por una chica. Le pregunté de qué puerta salía el avión para Madrid, la chica me respondió en catalán, se lo volví a preguntar esta vez en inglés y la chica me respondió en inglés y me indicó la puerta. En otra ocasión estábamos en Barcelona un compañero de trabajo y yo, cogimos un taxi, al llegar al destino y al pagarle el taxista nos preguntó: ¿Ustedes no son catalanes? No, no… Leer más »