Clonar a Bukele
Por Alberto González Fernández de Valderrama.- Ahora que España se halla sumida en un pozo de inmundicia moral comparable a un estercolero que reuniera las aguas fecales de todos los continentes, y antes de que sucumbamos a su putrefacto hedor, es el momento de plantearnos si la tecnología genética podría venir en nuestra ayuda haciendo posible lo que hoy solo constituye un hermoso sueño, una fantasía idílica, un fervoroso deseo de la imaginación de algunas personas que, como yo, tenemos muy claro que Dios, que no suele intervenir en el nombramiento de cargos públicos -ni siquiera en el Vaticano- decidió hacer una excepción en El Salvador eligiendo como gobernante a un hombre llamado Nayib Bukele para que rescatara a su país del profundo abismo de terror en que el diablo, a través de la izquierda mundial y sus organismos de apoyo lo tenía sumido.
¿Sería posible, extraer de un pelo o de una gota de saliva de este ser excepcional ADN y clonarlo para replicar al menos cien Bukeles que pudiéramos distribuir por toda Europa con suficientes recambios para cualquier eventualidad?…
De su saliva quizás pudiera extraerse ADN contaminado con el genoma del café; pero de uno de sus pelos tal vez la tecnología más avanzada pueda extraer fácilmente ADN en estado puro y clonarlo en un laboratorio para fabricar bukelitos que tengan su mismo físico y su misma personalidad, pues podríamos decir que este fenómeno de la naturaleza es un hombre con toda la barba, valiente como él solo, que no se arredra ante los embates de ninguna organización terrorista, de ninguna mafia, de ningún poder fáctico, de ningún gobierno influyente, de ninguna ONG izquierdista ni de ningún malévolo como Soros, por muchos millones que se le pusieran delante de sus ojos.
A Bukele solo le importan los ciudadanos honestos de su país y por eso antepone los derechos humanos de éstos a los de los criminales: algo lógico, que todo el mundo debería entender y que en nuestro país se comprendía muy bien hasta que llegó la democracia y se empezaron a construir establecimientos penitenciarios (no me atrevo a llamarlos cárceles) que son hoteles de cinco estrellas, con gimnasio, piscina y salas “vis a vis” entre otras comodidades, especialmente diseñados para que los condenados por cualquier crimen aprendan que la vida delictiva es más rentable y mucho más cómoda que la honrada. Y como el método de Bukele ha funcionado a la perfección eliminando de las calles -suponemos que hasta que se mueran- a cerca de setenta mil terroristas que antes mataban, robaban, extorsionaban, violaban y traficaban con drogas y ahora se encuentran en una cárcel sin lujos, incomunicados con el exterior y sometidos a una dura disciplina, la izquierda mundial, defensora siempre de todos los malvados y con el periódico El País a la cabeza, se ha volcado contra él con uñas y dientes para tratar por todos los medios de manchar su imagen y contrarrestar la enorme empatía que ha generado su persona en todos los países donde sus respectivos gobiernos no lo han conseguido silenciar.
Pero su feroz lucha es inútil. Las redes sociales aún no controladas por la izquierda dan cuenta de todos esos milagros que ha hecho este hombre en su país en materia de seguridad, que de ser la capital mundial del crimen ha pasado a ser en muy poco tiempo el país más seguro de América. Ahora sus calles están libres de delincuentes y los pocos que quedan, escondidos como ratas, van cayendo día a día en manos de unas fuerzas de seguridad que ahora cuentan con todos los medios necesarios para defender a un pueblo que ya no se arredra a la hora de denunciar a un criminal, y que ha cambiado su habitual tristeza por una alegría exultante que se palpa en todos los rincones del país. Imposible este prodigio si no fuera gracias a un régimen de Estado de Excepción que se va prorrogando mes a mes desde hace varios años y que quizás nunca debería normalizarse, porque en el momento en que el Gobierno perdiese las facultades que ahora tiene volverían a surgir malvados como hongos y se impondrían otra vez a la población honrada, para satisfacción de la izquierda mundial, que tanto aplaude a los gobiernos que protegen a los criminales, porque ellos mismos lo son y no se sienten con el coraje suficiente para castigar con dureza a gentes de su propia calaña.
Ahora, cuando ya apenas quedan delincuentes por atrapar, es el momento de sanear la economía del país y sacarlo de su ancestral pobreza. Pero Bukele sabe lo que hay que hacer para convertirlo en una potencia económica a medio o largo plazo. Una vez limpiado el terreno de esos excrementos las inversiones están llegando a un nivel como nunca se habría imaginado y el turismo crece de un modo exponencial.
El Salvador, con sus paradisíacas playas, su selva, su potencial arqueológico y sus volcanes, se convertirá algún día, mientras no cambie de rumbo, en uno de los mejores destinos para visitar, para hacer negocios e incluso para vivir. Dejemos a Bukele que cumpla este cometido que Dios le ha encomendado. Nadie como él podría hacerlo. Por eso necesitamos clonarlo.
Los españoles (y muchos otros pueblos desesperados del mundo) necesitamos a un Bukele que nos saque de este fango moral, que priorice la vida de los inocentes frente a la de los criminales, que defienda la propiedad privada frente a los ladrones y okupas que ahora andan a sus anchas, que castigue severamente a los que infringen la ley, y que, en definitiva, devuelva España a los ciudadanos honrados, que un día fueron despojados de todos sus derechos por la ambición, la codicia y la falta de valores morales de los políticos que nos gobiernan.
Ya puestos, yo preferiría clonar a los Reyes Católicos.
Y muy específicamente a Hannibal Lecter de magister cocinero en La Moncloa.
Fundamental sanear a toda la clase política mayoritaria que ha erosionado a occidente hasta los huesos.. OjO, los ideólogos del pútrido marxismo cultural, tipos como Soros, Escuela Jud. de Frankfurt, Gramsci, Foro de Davos, UE, ONU, Vaticano.. Corporaciones Woke..
Que lo clonen ya !!!!
Tanto criticar la vacunación y las medidas de cuarentena, ahí tenems a Bukele que por supuesto se vacunó: De esta forma, El Salvador se convierte en el primer país del mundo que pone a disposición de toda la población mayor de 12 años de edad la cuarta dosis contra el COVID-19 y el tercero, después de Israel y Chile, para mayores de 18. Como medidas preventivas ante la llegada de la pandemia de COVID-19, el 11 de marzo de 2020, el Gabinete de Nayib Bukele declaró la cuarentena nacional, suspendió las actividades para instituciones educativas públicas y privadas y se prohibió la entrada al… Leer más »