¿Kamala Harris y Tim Walz le dejan la elección servida en bandeja a Donald Trump?
Estas elecciones en Estados Unidos mostraron más idas y vueltas que sus anteriores ediciones. Luego de muchas situaciones de supuesta paridad ante la opinión pública, los demócratas favorecieron al rival republicano con errores propios que le permitieron a Donald Trump obtener posibles ventajas.
La primera fue la pésima elección del candidato. Luego del primer debate, Joe Biden mostró que no estaba en condiciones de volver a ser presidente y Trump emergió como el preferido. Ante la debacle evidente, el Partido Demócrata tuvo que pegar un volantazo, jubilar al actual mandatario y proclamar, en medio de apuros, una nueva fórmula. Sin embargo, con Kamala Harris y Tim Walz no se terminaron los errores propios y los favores para la oposición.
Al poner la lupa sobre el candidato a vice del gobierno, se supo que una de las más famosas declaraciones del gobernador de Minnesota era una burda mentira. Él había dicho que se encontraba en Hong Kong durante los trágicos sucesos de la plaza Tiananmen en 1989. En aquella oportunidad, el régimen chino masacró a aproximadamente 500 personas en el marco de una inédita manifestación. Sin embargo, los registros públicos confirmaron que en junio de ese año, Walz estaba en Nebraska, Estados Unidos.
El prolijo desempeño del compañero de fórmula de Trump, J.D. Vance, comenzó a volver a inclinar la balanza para el bando opositor. Sumado a la intervención del joven republicano, las respuestas forzadas de Harris, especialmente en una entrevista reciente con Fox, incrementó con mayor fuerza lo que parecería ser una nueva ventaja para el expresidente Trump.
En el tramo final de la campaña, este fin de semana tuvo lugar una de las escenas que harán de las elecciones 2024 un evento muy recordado. En esta oportunidad, a Kamala Harris se le ocurrió decir que en su juventud trabajó en un McDonald’s. Sin embargo, parece que no existen registros de ese empleo durante los primeros años de la década de los ochenta. Esto ocasionó que Tump saliera al cruce, para asegurar que la actual vicepresidente y también su rival en la carrera presidencial miente.
Aprovechándose de la situación, decidió realizar él personalmente el trabajo que Kamala Harris no habría hecho nunca. En el marco de una exitosa estrategia de marketing, Trump se fue a un local de McDonald’s en Pensilvania, durante la tarde del domingo, y se puso a atender clientes de esta cadena de comida rápida.
Como era de esperar, las imágenes del expresidente friendo papas y entregándole las hamburguesas a las personas que se detenían con su auto en el take away dieron vuelta el mundo.
En los últimos días de campaña, Trump se anotó una de esas victorias publicitarias que no se pueden comprar con dinero ni planear demasiado desde la estrategia. Aunque todavía falta, hasta ahora, el republicano parece correr con cierta ventaja. Una que le sirvieron en bandeja sus rivales demócratas.
Tranquilos que Soros y otros reyes de la trampa ya se encargan de “arreglar” el resultado…