Trump arrasa
Francisco Marhuenda.- La izquierda política y mediática española se ha llevado un disgusto monumental. Su capacidad de análisis ha quedado por los suelos. El malvado Trump, la reencarnación de Lucifer, ha conseguido una victoria histórica. Me siento solidario con su desolación, porque no dan una. Es el problema de anteponer su ideología sectaria al análisis frío y riguroso. Ha sido una victoria contundente en voto electoral y popular, pero contará, además, con la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado. La única reacción de los pijoprogres es que los estadounidenses se han equivocado o que ha sido gracias a Elon Musk. Me recuerda la frase que le dedicaban en la Complutense al conocido millonario sanchista: «¡Que no te enteras, Contreras!». Es lógico, porque cuatro listillos se consideran más listos que 71 millones de estadounidenses.
La derrota de Kamala era bastante evidente. No ha conseguido movilizar, porque era una candidata inconsistente, alejada de la realidad social y ha conseguido el voto fiel de los demócratas, como sucede con Sánchez, que votan al partido sin importarles que la candidata sea desastrosa. No ha movilizado el voto de las mujeres, ya que es difícil empatizar con su perfil de la alta sociedad sin experiencia en la vida familiar.
Las minorías han pasado de ella y han preferido a Trump, porque saben que defenderá mejor sus intereses. Es un regreso histórico. En cambio, Kamala hizo tanto el ridículo que ni siquiera se atrevió a salir para reconocer públicamente su derrota. Ahora tiene la oportunidad de montar un club de té con Hillary Clinton, el matrimonio Obama, Nancy Pelosi y otros millonarios demócratas para lamentarse de su incompetencia.
No me quiero olvidar del torpe de Biden, que ha sido el mejor colaborador de Trump. Ha sido uno de los presidentes más mediocres de la historia de Estados Unidos. TVE, la televisión de Sánchez, reflejó muy bien la desolación y mostró el profundo sectarismo de un medio de comunicación que no está al servicio del público, sino de La Moncloa. No sé si Trump lo hará bien o no, pero Biden y Kamala se lo han puesto muy fácil. El menosprecio al presidente electo es uno de los disparates de la armada mediática pijoprogre. El balance de su presidencia fue bueno y su gestión en la política internacional no provocó ningún conflicto bélico.