Entre los países de la UE, Francia, Hungría y España son los que más gas ruso adquieren y representan más de la mitad de todas las importaciones desde Rusia, indican los cálculos basados en datos de Eurostat correspondientes a ocho meses del 2024.

Así, de enero a agosto, Rusia suministró a la UE combustible azul por valor de 9.000 millones de euros. El transportado por gasoducto volvió a ser el principal producto de exportación con 4.600 millones de euros, mientras el GNL sumó unos 4.400 millones de euros.

Francia se convirtió en el principal comprador de combustible, aumentando las importaciones en un 30% hasta 1.900 millones de euros. Hungría cayó al segundo lugar, ya que redujo sus compras en casi un tercio, hasta 1.600 millones de euros.

España subió al tercer puesto con unas importaciones de 1.400 millones de euros. Otros compradores importantes son Italia (€1.300 millones), Grecia (€919 millones), Eslovaquia (€800 millones) y Bélgica (€709 millones).

Al mismo tiempo, Lituania (más un 41%) y Finlandia (más un 36%) fueron los países que más aumentaron sus importaciones, aunque compraron volúmenes muy pequeños: 1,8 y 44,3 millones de dólares, respectivamente.

Moscú enfatizó repetidamente que Occidente cometió un grave error al abandonar los hidrocarburos rusos y caer en una nueva dependencia: ahora estos países tienen que comprar petróleo y gas rusos a través de intermediarios y a precios más altos. Como señaló el presidente Vladímir Putin, Rusia no niega el suministro de gas a Europa; existen varias vías para obtenerlo.