Irán detiene a los jóvenes que se divierten con pistolas de agua por tener “motivaciones sexuales”
El verano aprieta en Teherán. La capital iraní sufre estos días temperaturas que no bajan de los 35 grados. El Mar Caspio queda lejos, más allá del imponente Monte Alborz, que vigila la ciudad desde las alturas. Hace calor, mucho calor, y el código de vestimenta impuesto por los ayatolás no ayuda: pantalones largos para los hombres y chador para las mujeres.
¿Qué hacer para combatir las altas temperaturas veraniegas? Un grupo de jóvenes agobiados por el calor decidió hace unos días luchar contra el calor armados con pistolas de agua. Lejos de contentarse con formar una pequeña guerrilla, decidieron invitar vía Facebook a todo aquel que quisiera a unirse a su guerra contra las altas temperaturas. A la cita, en un parque de la ciudad, se presentaron más de 800 personas armadas con las más diversas y coloridas pistolas de agua.
Las imágenes de esos chicos y chicas divirtiéndose juntos y en pleno mes de ramadán han desatado las iras del ala más radical del régimen iraní. El pasado seis de agosto varias personas fueron detenidas en un parque de la sureña ciudad de Bandar Abbas, donde cientos de personas se juntaron para llevar a cabo una nueva guerra de agua. Algunos de los arrestados incluso fueron obligados a ‘confesar’ ante las cámaras de la televisión pública iraní que las batallas de pistolas de agua tenían motivaciones políticas y sexuales.
Pero, ¿Está el Movimiento verde –la disidencia iraní- detrás de estas concentraciones? Lo más probable es que no, y que las batallas de pistolas sean simplemente una forma divertida de pasar los calurosos días de agosto, pero es la exagerada reacción del régimen lo que las ha convertido en un acto de resistencia. El próximo 2 de septiembre hay convocada en Teherán una nueva guerra de agua y el grupo de Facebook que la convoca tiene ya más de 20.600 amigos. Otras batallas tendrán lugar en ciudades como Isfahan o Karaj.
Esta es una más de las pruebas que demuestran que el régimen que dirige con mano de hierro el líder supremo Ali Khamanei vive en un estado de alerta permanente desde la revuelta de 2009, cuando una multitud de iraníes protestaron por un más que posible ‘pucherazo’ electoral que revalidó en el gobierno Ahmadineyad. Las redes sociales se convirtieron en el modo de comunicación de la disidencia. Desde entonces, al régimen de los ayatolás tiembla cada vez que los jóvenes las usan para convocar cualquier cosa, incluso una inocente batalla de pistolas de agua.
Política a parte, el éxito de convocatoria de las guerras de agua demuestra el abismo que separa a los Guardianes de la Revolución de gran parte de la sociedad iraní, que ha dado la espalda ya hace tiempo el régimen y trata de abrir pequeños espacios de libertad en su vida privada. Pequeñas esquirlas en un muro que tarde o temprano podría acabar derrumbándose.
la foto te dice todo ,sonrisas y luego penetraciones,motivaciones sexuales100%,y las pistolas son excusas,que aprendan de los demas..
Que comentario tan estúpido, no hay motivaciones sexuales, simplemente es diversión, como en cualquier país occidental, definitivamente agradezco a la vida por nacer en occidente y no en ese país de bestias atrasadas.
Despues no quieren que haya racismo hacia estas bestias atrasadas, que incultura,que atraso tan inaudito