Sánchez ha hecho subir el gasto público un 42 % desde que llegó a Moncloa
José Ramón Riera. – No queda nada para que se constituya la Comisión Europea y termine de una vez este período de interinidad. Desde que el 30 de abril que se cerró el Parlamento Europeo, llevamos siete meses sin una sola toma de decisiones.
Teniendo en cuenta que desde las elecciones en Estados Unidos hasta la toma de posesión del nuevo presidente pasan solo dos meses y medio, lo de la Comisión es una auténtica barbaridad. La Unión necesita ocho meses –que se van a nueve por las Navidades y Reyes– desde que se inicia el proceso hasta que se ponen a trabajar: lo que dura un parto.
La UE necesita claramente un cambio de rumbo que pasa, en primer lugar, por un ajuste fiscal para reducir el déficit y la deuda. También necesita una reducción del gasto público para poder afrontar una bajada de impuestos y dar margen a las empresas para que puedan crear riqueza. Pero lo que más necesita es inversión.
La inversión es la receta para que la Unión Europea pueda crecer, pero debe estar impulsada por incentivos fiscales y no por deuda. No podemos permitirnos que el gasto público haya crecido en el primer semestre de 2024, en comparación con el mismo periodo de 2018, un 37,1 % para llegar a los 2,3 billones de euros.
Miren lo que he preparado para que se entienda lo que están haciendo los cuatro grandes de la UE, que representan el 64 % del total del gasto:
Alemania apenas consigue reducir el peso de su gasto público sobre el total de la UE en una décima, Italia en siete y Francia en 1,9 puntos porcentuales. Solo la España de Pedro Sánchez crece en tres décimas. Esto se produce porque Francia, que es uno de los países que más gasta, consigue que en este concepto «sólo» crezca un 24,8 %, seguida de Italia (29,5 %) y Alemania (36,9 %). España bate a todos con una subida del 41,6 %.
Un incremento del gasto público del 37,1 % en la Unión Europea es totalmente inaceptable, pero que en España haya aumentado en casi 17 puntos más que en Francia es bochornoso.
En un artículo anterior expliqué que el crecimiento de gasto público no trae consigo formación bruta de capital o inversión pública, que es la que genera riqueza. Es muy difícil que podamos conseguir 800.000 millones de euros que el informe Draghi calcula que necesita la UE en los próximos años para convertirse en un líder mundial si no se hace desde la inversión privada.
Por lo tanto, si queremos que entre esa cantidad en la economía europea, o nos ponemos las pilas y bajamos el gasto público o dentro de cuatro años habremos recorrido hacia atrás demasiado terreno.
El Debate