Unas horas más de vida
El Gobierno logró el pasado jueves que el Pleno del Congreso de los Diputados le aprobara por la mínima una pírrica subida de impuestos. Sin duda una buena noticia, ya que no logró los cambios más dañinos para ciudadanos y empresas. Los socios le dieron más horas de vida a Sánchez en un día muy duro para el presidente, su esposa y varios miembros de su gobierno, a los que el comisionista, Víctor de Aldama, involucró de una u otra forma en una trama corrupta a gran escala. Había que salvar al “número 1” para seguir ordeñando la vaca. Y es que cuánto más débil esté el Gobierno, más leche para independentistas, comunistas y herederos de ETA.
La realidad es que el Pleno del Congreso dejó fuera la idea de subir el diésel, los seguros médicos privados, los pisos turísticos, las SOCIMI e incluso el Impuesto extraordinario a las energéticas. En línea con lo que ha venido siendo la forma de gobernar de Sánchez, que no es otra que vivir al día, no se aprobó la permanencia de este tributo con una mano, mientras que con la otra se le prometía a Podemos que lo aprobarían antes de final de año. Una cosa y la contraria generando inseguridad jurídica y poniendo en riesgo inversiones millonarias. Qué más da, si de tapadillo se aprobó también el cupo vasco para 2025 y Sánchez duerme unos días más en La Moncloa.
Pagaron el pato los bancos, los ahorradores y los fumadores. Pero, a nadie del gobierno parece importarle que fluya menos crédito o baje la remuneración de los depósitos que los clientes de toda condición tienen en los bancos. La cuestión era lograr como fuera titulares que dijeran que se había probado la subida de impuestos. Ahora, veremos cómo salvan y a costa de qué, aunque podemos imaginarlo, la recaudación que habían calculado, con la totalidad de las medidas que incluía el paquete fiscal en marcha, para que cuadren las cuentas con Bruselas. Pero eso, como diría Scarlett O’Hará en la película “Lo que el viento se llevó” ya lo pensarán mañana.