Los Reyes del año «cuadrado perfecto»
Hoy es un día que casi todos los mortales criados en la cultura cristiana católica -otros celebran el Papa Noel- recordamos con una particular nostalgia y con una sonrisa en los labios en la medida en que todos hemos sido niños y hemos vivido la emoción de la fiesta de los Reyes Magos, la «noche de Reyes», litúrgicamente la Epifanía del Señor. Suficientes días tiene el año para hablar de cosas que producen en nuestros corazones y mentes un efecto totalmente opuesto al que merece esta jornada, en la que miles y miles de niños y niñas gozan con los regalos y juguetes que gracias a su buena conducta durante el año anterior, los Reyes les han traído a sus casas auxiliados por sus tan profesionales pajes. En especial los padres y abuelos comparten la alegría de los hijos y nietos respectivos sintiendo como propia esa contagiosa felicidad que transmiten esas queridas criaturas suyas.
Este año algunas ciudades españolas han adelantado la tradicional Cabalgata de Reyes ante la amenaza de lluvia, y que ignoro cómo le habrá parecido tal decisión a Sus Majestades de Oriente, pero me permito opinar que parece un error. Con esa misma «lógica» meteorológica, fiestas muy asentadas en la Tradición y vinculadas a fechas muy significativas del calendario pasarían a ser aleatorias y variables según el pronóstico climático correspondiente.
Cosa distinta, resulta evidente, es una causa de fuerza mayor como han sufrido tantas localidades por la maldita «gota fría», DANA del pasado 29 de octubre. Afortunadamente, y pese al problema que al respecto ha sido padecido este pasado año por no pocas Procesiones de la Semana Santa, el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección no se pueden trasladar a otras fechas de previsión climática más benigna. Antes de terminar este Trípode de Reyes, y como sencillo detalle para la ocasión, les comparto una curiosidad numérica que -posiblemente al igual que algunos amables lectores- he recibido en estos días y que reconozco desconocía por completo.
«Feliz 45²»
2025 = 45² es un «año cuadrado perfecto».
Está representado por el cuadrado de la suma de todos los dígitos del sistema numérico decimal.
(0 + 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 + 8 + 9)² = 2025.
También representa la suma de los cubos de todos los dígitos del sistema numérico decimal.
(0³ + 1³ + 2³ + 3³ + 4³ + 5³ + 6³ + 7³ + 8³ + 9³) = 2025.
No tengo claro el significado de tal curiosa coincidencia, aunque el último «año cuadrado perfecto» ocurrió en 1936 (…). Y después de 2025 solo será en 2116.
¡Feliz 45² para todos!