Una rumana olvida a su bebé de 10 meses en un tren de Valencia
Los pasajeros del tren con destino a Alcoy se vieron sorprendidos en la tarde del jueves por la presencia de un carro de bebé abandonado en el vagón. Al mismo tiempo, una mujer gritaba desde el andén mientras intentaba abrir las puertas del convoy sin éxito, según informa Las Provincias en su edición de hoy.
A continuación, esa misma mujer acudía muy nerviosa y alterada a la comisaría de Benigànim (Valencia). La mujer de nacionalidad rumana explicó a los agentes que su bebé se había quedado atrapado en el interior de un vagón de tren, con destino a Alcoy, en el que se disponían a entrar.
Mientras tanto, una pareja que se encontraba en el mismo vagón observó la acción y atendió a la niña de diez meses, que se encontraba dentro de su carrito, hasta que se hizo cargo de ella el revisor. Tuvieron que pasar unos 30 minutos aproximadamente y seis paradas en las localidades de La Pobla, Montaverner, Bufali, Albaida, Agullent y finalmente Ontinyent, para que dos agentes de la Policía Local de esta última población recogieran al bebé.
«Fue el revisor quien nos alertó de lo ocurrido, pudimos coger al bebé dentro del convoy y bajarlo en Ontinyent», explicó el agente de la Policía Local que se personó en el lugar de los acontecimientos. Una vez recogida la pequeña, la Guardia Civil traslado a la madre del bebé hasta Ontinyent para que se hiciera cargo de él. «La mujer se encontraba muy nerviosa y no paraba de llorar en el reencuentro con su hija», declaró el policía local de Ontinyent. Una vez reencontradas madre e hija, ambas volvieron a casa en taxi.
Según declaró la mujer, se disponía a subir en la estación de Benigànim, cuando una vez introducido el carrito del bebé se
quedó atrapado dentro del vagón y no le dio tiempo a cogerlo, porque el tren había cerrado ya sus puertas.
Sin embargo, su declaración no coincide con la del interventor del vagón, el cual explica que no fue al entrar, sino al salir cuando se produjeron los hechos, después de llamarle la atención por pedir limosna dentro del vagón. La mujer bajó en el apeadero de Benigànim y dejó al niño en el interior del tren.
Cabe recordar que no es la primera vez que ocurren hechos similares en la Comunitat. El año pasado, en Orihuela un padre olvidó a su hija de tres años dentro de un coche durante horas. En esta ocasión, el hombre dejó a la pequeña en el garaje subterráneo del edificio en el que vivía la familia. La niña tuvo que ser rescatada por la Policía, alertada por una vecina de la familia.
Otro caso parecido fue el olvido que tuvo una familia con su hija en una gasolinera entre Albacete y Alicante. La niña fue al baño de la estación de servicio y cuando llegó sus padres ya se habían marchado, olvidándose de ella. Fue gracias a un conductor, que encontró a la pequeña corriendo por la autopista, quien avisó a la Guardia Civil. Poco después los agentes localizaron a sus padres.
El otro diario de la ciudad de Valencia aclara que la rumana dejó al bebé solo en el tren para eludir al interventor, ya que la inmigrante viajaba sin billete, costumbre muy arraigada entre los foráneos, por lo que parece (recuérdese el reciente incidente de Leganés). Se ve que la pobre mujer no encontró a nadie del 15 M que la defendiera del xenófobo interventor empeñado en comprobar si había abonado el importe del billete y mira tú el disgusto que se llevó. No me digan que no es para estar “indignado”.