El gobierno de Sánchez sale en auxilio del tirano Maduro
ED.- Resulta sangrante que, mientras Pedro Sánchez se concentra en combatir a Franco y a resucitar viejas heridas superadas en ese gran abrazo de reconciliación que fue la Transición, se dedique a auxiliar por acción u omisión a un dictador de verdad, vivo, en activo y dispuesto a perpetuarse en el poder mediante un obsceno golpe de Estado.
España debía haber encabezado la presión internacional para derribar a Nicolás Maduro y hacer prevalecer el voto masivo de los venezolanos en favor del legítimo ganador de sus elecciones, Edmundo González, cabeza nominal de un inmenso movimiento de resistencia liderado por María Corina Machado. Ella es su auténtica líder y, por ello, fue excluida vilmente por el régimen de la carrera presidencial. Ayer mismo, durante la manifestación por la democracia en Caracas fue violentamente detenida y puesta en libertad.
Pese a todos estos antecedentes, el Gobierno ha evitado plantar cara al dictador, por mucho que ahora no envíe una delegación oficial a su previsible toma de posesión, en medio de una ola de represión contra la sociedad venezolana y de persecución violenta a quienes hoy debían alcanzar el poder, revocar la tiranía y empezar a implantar una democracia ilusionante para el mundo.
El Gobierno prestó su embajada en Caracas para que los peores esbirros de Maduro, los hermanos Delcy y Javier Rodríguez, extorsionaran al vencedor en los comicios y lo desterraran a España. Se ha negado a reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de su país. Y ha consentido que un expresidente, el ínclito Zapatero, actúe como una especie de embajador oficioso del chavismo en el mundo, blanqueando su cruel trayectoria con la excusa de favorecer un diálogo inexistente y facilitando el escandaloso «pucherazo» perpetrado en las urnas.
Todo lo que Sánchez ha hecho, de palabra o por la vía de los hechos consumados, ha ayudado en definitiva a que un sátrapa sin líneas rojas fabrique el ecosistema necesario para aferrarse al poder, a costa del sufrimiento, el exilio, la represión y la violencia contra sus propios ciudadanos.
Sonroja que el mismo presidente que persigue fantasmas del pasado, al objeto de convertir la dialéctica guerracivilista en su principal herramienta de movilización y su mayor cortina de humo para tapar sus escándalos, no tenga nada que hacer ni que decir ante un ejemplo de libro de tiranía, alineándose de algún modo con China, o Cuba, países que ven con buenos ojos la continuidad de su aliado.
Y escandaliza que quien intenta pasearse por el mundo como adalid de los derechos humanos y se permite incluso distanciarse de la posición oficial de Europa en el reconocimiento de Gaza, por ejemplo, renuncia a aplicar esos valores y ese unilateralismo en un caso tan urgente, obviando incluso la decisión formal del Congreso de los Diputados de reconocer al desterrado Edmundo González.
En situaciones de este tipo, no hay equidistancia posible: o se está con la democracia, o se está con la dictadura. Y Sánchez no se ha volcado en colaborar en el asentamiento de la primera, lo que equivale sin duda a auxiliar a la segunda, entre el clamor valiente de los venezolanos, con el respaldo abrumador de la sociedad española.
Algún día tendrán que investigarse las verdaderas razones de esta complicidad, que en el caso del Gobierno se ejecuta por la puerta de atrás y, en el de Zapatero, con luz y taquígrafos. Porque no es normal que, en un escenario de clamorosa necesidad de posicionarse, España se haya puesto de perfil, cuando no al lado de uno de los regímenes más corruptos, empobrecedores y liberticidas del planeta.
SáncHEZ no mueve un dedo sin que se lo digan Soros y la Unión Europea. De hecho la Unión Europea es el peor enemigo de España y le interesa que siga Maduro en el poder por la droga que entra en Europa a través de España gracias a Hispanoamérica, todo esto para tener a los europeos sumidos en las adicciones y que sigan muriendo mientras las élites avanzan en sus planes de la Agenda genocida. A mayor número de población despierta y activa peor para las élites porque para ellos somos sus enemigos a eliminar. Necesitan a las personas drogadas,… Leer más »
Para atontar y enfermar a la Poblacion con lo que contienen los Chemtrails sobra, otra cosa son las Valijas Diplomaticas y sus “misteriosos” contenidos.