El Franquismo, una etapa de la Historia de España
Comenzaré este artículo por la tesis y luego aportaré los argumentos que la sustentan. Tesis: el Franquismo no existe. No existe -matizo para los que les resulte sorprendente la afirmación- como ideología. Como conjunto de principios y objetivos políticos que tienen una continuidad en el tiempo y un grupo de seguidores y de medios organizados. No estoy seguro de que haya existido nunca; pero lo que sí se puede afirmar es que hoy, a la altura de esta complicada segunda década del siglo XXI, en la sociedad española no existe nada parecido ni por asomo. Si usamos las consabidas etiquetas de “fascismo“, “ultraderecha“ y blablablá, el debate se rebaja a tal límite de simplificación y equívoco, que no vale la pena entrar en él.
Ahora bien, ¿existió algo que podamos llamar “ideología franquista“ en vida de Franco? Pues tengo mis serias dudas. Franco fue fundamentalmente un militar que gobernó como tal. Esto es, fundamentado en unos principios básicos (catolicismo, orden, familia, tradición) y, sobre esos principios, se abrió un ancho margen de actuación que puede moverse en espectros ideológicos diversos. Así Franco pudo tener ministros y colaboradores tradicionalistas, falangistas, democristianos, tecnócratas, integristas religiosos, monárquicos. Pudo hacer una politica liberal o proteccionista. Pudo realizar guiños al Eje y aliarse con Estados Unidos. Pudo formar esa especie de partido extraño de la Falange tradicionalista y de la JONS, que amalgama dos ideologías tan distintas como el tradicionalismo religioso y una falange que hablaba de la “Revolución pendiente“. Por último, pudo definir la forma del Estado en la Ley de Sucesión (1947) como una “Monarquía tradicional, católica, social y representativa“, cuando no había Rey presente ni se sabía quién sería el futuro.
Otro aspecto: las ideologías suponen una continuidad en el tiempo más allá de sus fundadores. De Gaulle da lugar al Gaullismo, Perón al Peronismo, Chaves al Chavismo (por poner ejemplos muy distantes entre sí). Cuando muere Franco, incluso antes, la derecha española ya está mirando para otro sitio. El último presidente del Gobierno de Franco, Carlos Arias Navarro, se presenta al Senado en la elecciones de 1977 por la Alianza Popular de Fraga y no resulta elegido. ¿Cómo se explica esto en una nación impregada de una posible ideología franquista? Pienso que no existía tal ideología, pero de existir, se evaporó el 20 de noviembre de 1975.
¿Qué es, pues, el Franquismo? La respuesta es fácil: una etapa de la Historia de España. Etapa que está muy bien delimitada cronológicamente. El inicio es el final de la guerra y comienzo del nuevo Régimen (1 de abril de 1939) o, en todo caso, la fecha en que los generales en Burgos lo nombran Jefe del Gobierno del Estado (28 de septiembre de 1936). El final es la fecha de su acabamiento natural.
El Franquismo es una etapa de la Historia de España. Una etapa fundamental en la que España experimentó un cambio profundo (cuya valoración ahora omito porque no es pertinente para mi argumento) y que, por tanto, cualquier persona culta debe conocer, como se conoce a los Reyes Católicos o a Cánovas o las Guerras Carlistas.
Tratar el Franquismo como un ámbito de controversia ideológica, como dijo aquel castizo, “no puede ser y, además, es imposible“.