Veto a la verdad (II)
La semana pasada comenté mi opinión sobre el caso Velasco. No me parece justo, por incierto, que se pueda pensar que es un hecho aislado. Nada más lejos de la realidad. Desgraciadamente son numerosas las informaciones difundidas respecto a beneficios de familiares bien allegados al “régimen” socialista. En todas las ocasiones he considerado que la sociedad es tremendamente conformista y olvidadiza.
Por ello quizá convenga refrescar la memoria y referirnos a situaciones similares, sangrantes, abusivas y muy recientes en el tiempo. Además, evidencian las dos varas de medir que persisten en la conciencia colectiva. Una para la izquierda buenista, compasiva y solidaria sin límites, que por tanto nunca es culpable. Otra para nosotros, los duros de corazón, indiferentes al sufrimiento ajeno y merecedores de un castigo imperecedero, sin fecha de caducidad. Ya va siendo hora de acabar con la hipocresía política que no juzga a todos por igual.
Recordemos la complicidad morbosa de la Junta de Andalucía con el alcalde socialista de Punta Umbría, Gonzalo Rodríguez Nevado. Desde que éste llegó al gobierno municipal en 2007, su empresa de hostelería ha recibido más de un millón de euros en ayudas procedentes de la Consejería de Empleo. Concretamente en el año 2008, las subvenciones concedidas para la Formación Ocupacional a la empresa privada del alcalde, triplicaron las cantidades que percibió el ayuntamiento de la localidad para ese mismo fin.
Desde mi punto de vista, es una conducta completamente obscena. Sin embargo, jamás se ofreció explicación alguna por parte del gobierno andaluz ni del Partido Socialista. Nueve meses después de conocerse la noticia, seguimos esperando las aclaraciones que garanticen la ausencia de trato de favor, que eliminen la sospecha de privilegios partidistas y que descarten la existencia de un estatus distinto para la nueva clase dirigente en nuestra tierra.
El pasado dos de noviembre se destapaba otra información que no ha sido negada, pero que permanece sin respuesta. La empresa Lara y Nieto S.L. propiedad de José Luis Lara, marido de Sofía Nieto, alcaldesa socialista de Martos (Jaén), ha recibido en los tres últimos años subvenciones de la Junta por valor de 550.000 euros para cursos de Formación Ocupacional. Las fechas de concesiones tan beneficiosas para la economía familiar parecen coincidir con la llegada a la alcaldía de la flamante socialista.
En este caso la empresa privada es una peluquería, merecedora por lo que sabemos de ayudas repetidas gracias al descubrimiento de las políticas de empleo. Estas políticas lejos de crear puestos de trabajo funcionan a la perfección para conceder subvenciones eternas a familiares bien vistos por el gobierno autodenominado progresista.
Y no me puedo resistir a comentar las abundantísimas subvenciones a la espléndida y exultante Liga Malagueña. Unos diez millones de euros en los últimos años se han concedido a esta asociación plagada de cargos socialistas que no disimulan lo más mínimo, seguros de su total inmunidad. Lo único que se escenificó en abril de este año fue el relevo de Amparo Bilbao, la delegada de Bienestar Social en nuestra provincia. Era el chivo expiatorio más adecuado por su excesiva proximidad con el asunto.
Su marido Joaquín Perea, socialista de pro, presidía la asociación perceptora de subvenciones que muchísimas veces procedían del departamento del que su esposa, era responsable. También en este caso se alcanzó la obscenidad. La Liga malagueña llegó a ingresar más fondos que el propio Ayuntamiento de la capital. Como anécdota conviene saber que el actor de la ceja, Fran Perea, es hijo de este influyente matrimonio.
Tampoco han existido explicaciones. El cese se utilizó para callar bocas y con eso es suficiente. Se pretende la apariencia y nunca la reparación del daño ocasionado, ni el reconocimiento de culpabilidad por desmanes que vienen produciéndose en ausencia de pudor. No se cambiarán estas conductas porque los protagonistas continúan intocables. Sus principios son los que imperan. Sus prioridades están bien definidas.
Suscribo las palabras del emperador Claudio ante la corrupción romana: “que toda la ponzoña que acecha en el fango salga a la superficie”.
*Alcaldesa de Fuengirola y portavoz del PP en el Parlamento de Andalucía.