El Hospital de Calella envía una carta a un recién nacido muerto para pedirle el número de seguridad social y poder cobrar
Al dolor por la pérdida de un ser querido se le suma la deshumanización de la maquinaria administrativa. El día del entierro de la recién nacida Paula sus familiares no dieron crédito a lo que encontraron en el buzón una vez volvieron del sepelio de la criatura: una carta a nombre del la pequeña de parte de la Corporació de Salut del Maresme i La Selva en el que se le pedía el número de la Seguridad Social de la bebé para que la administración pudiese cobrar los gastos de la atención sanitaria.
La familia había denunciado previamente al Hospital de Calella al considerar que el bebé murió por negligencia de los médicos, a los que acusan de haber ignorado informes médicos que aconsejaban una cesárea en un lugar de un parto natural. La Corporació de Salut reconoce que, efectivamente, envió la carta por un “error administrativo” y ha tratado de pedir disculpas a la familia, que no quiere saber nada de ellos.
La carta va dirigida a Paula H.F. y en ella se puede leer: “le agradeceríamos que nos traiga la tarjeta de la Seguridad Social, la cual nos es imprescindible para cobrar los gastos ocasionados en este Hospital con motivo de la asistencia que recibió el día 16 de agosto de 2011”.
Paula nació la madrugada del 16 de agosto, cuando, después de más de quince horas en el Hospital de Calella, Vanesa F.S. la dio a luz. El bebé murió pocos minutos después. El parto fue por cesárea, pero según denuncia la familia, los médicos intentaron que el alumbramiento fuera natural a pesar de que había informes médicos que lo desaconsejaban. Los familiares consideran que el equipo médico que atendió a la madre hizo caso omiso de quienes habían seguido el embarazo.
El funeral de la recién nacida fue el pasado miércoles. La familia vive el envío de la misiva como si se estuviesen riendo en su cara. “Quieren que perdamos los papeles” dice en declaraciones a lavanguardia.com J.M. Hernández, el compungido abuelo de Paula, que afirma que están “intentando ser coherentes dentro del dolor” mientras apunta que “esto está hecho con mala leche”. “¿Cómo puede tener número de la Seguridad Social, si era un feto?” continúa mientras señala que la carta no tiene validez jurídica pero si moral.
La Corporació de Salut del Maresme i La Selva, por su parte se puso en contacto con lavanguardia.com para confirmar el envío de la carta y apuntar que se trata de un “desgraciado incidente”, debido a un envío automático de cartas. De forma mecánica, envían a todos los pacientes de los que les falta datos, una misiva en la que los requieren. Asimismo, la Corporació lamenta lo sucedido y afirma que se ha puesto en contacto con la familia para pedir disculpas. Llamada que la familia afirma haber recibido pero no contestado.
“¿Somos ciudadanos de tercera?” Se pregunta J.M. Hernández que dice que sólo son “gente de a pie”, que lo único que quieren es justicia y que los responsables “no vuelvan a tocar a nadie”. “Hemos puesto una denuncia penal, no queremos el dinero” apunta el abuelo al tiempo que afirma que están “luchando contra Goliat”.
Por su parte, la dirección del centro ha abierto una investigación para aclarar los hechos. Mientras la familia ha denunciado el caso por homicidio profesional imprudente, que el juez de Arenys de Mar que lleva el caso ha aceptado a trámite. Los juzgados ya han requerido al Hospital de Calella la documentación clínica de los afectados, así como las grabaciones de las cámaras de seguridad.
La maquinaria de la administración no distingue entre seres humanos y datos.”Es la única carta que recibirá mi nieta”, afirma J.M. Hernández que concluye que quieren “confiar en la justicia”.