El Gobierno de España estaría considerando un ambicioso plan de rearme que podría alcanzar entre 3.500 y 5.000 millones de euros, según publica hoy el diario El País. Esta inyección económica se financiaría mediante una reestructuración de los presupuestos actuales, sin necesidad de aumentar el techo de gasto, amparándose en una cláusula introducida en la ley de presupuestos durante la pandemia, que permite al Ministerio de Hacienda reasignar partidas sin pasar por el Congreso de los Diputados.

Fuentes del Ejecutivo han detallado que el Ministerio de Defensa vería incrementado su presupuesto en unos 2.500 millones de euros, fondos que se emplearían principalmente en la modernización de las Fuerzas Armadas.

Además, se contempla la creación de una línea de financiación desde el Ministerio de Industria para impulsar programas tecnológicos vinculados a la defensa y la seguridad.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justificó este fin de semana la necesidad de aumentar el gasto militar, apelando a la solidaridad con los países europeos cercanos a Rusia y defendiendo que “solo Europa puede proteger a Europa”. Aunque no ofreció detalles concretos sobre la implementación, insistió en que este incremento no afectará al gasto social, en un intento de calmar las reticencias de sus socios parlamentarios de izquierda.

Los socios del Gobierno redoblan su negativa a apoyar ningún incremento del gasto militarLos socios del Gobierno redoblan su negativa a apoyar ningún incremento del gasto militar
Los socios del Gobierno redoblan su negativa a apoyar ningún incremento del gasto militar
Sin embargo, el Partido Popular ha criticado duramente la iniciativa, acusando al Ejecutivo de debilidad y falta de cohesión interna. “Estamos ante un Gobierno que no es capaz de ponerse de acuerdo consigo mismo”, han afirmado desde la oposición, señalando además que algunos socios de Sánchez ya han rechazado este aumento del presupuesto militar.

El debate sobre el gasto en defensa será uno de los protagonistas del pleno de esta semana en el Congreso, donde el PP insiste en que cualquier incremento debe ser aprobado por las Cortes. Mientras tanto, el Gobierno busca posicionarse como un actor clave en la seguridad europea, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.