Documentales de manipulación masiva
Mayte Alcaraz.- Los socialistas podían haber usado muchas cifras para acaparar la atención pública. Muchas. Pero han sido tan miserables que han manoseado la de los 7.291 pobres mayores (hasta ese número es mentira ya que fueron 6.937 y no en la primera ola sino en tres años) que murieron en las residencias madrileñas en medio de la devastación de la pandemia. Aquí van los datos de un buen documental sobre lo que ocurrió.
Los 130.000 fallecidos en España (o quizá más) a causa del terrorífico virus que colocó a nuestro país entre los cinco Estados con mayor mortandad del mundo.
Los 23.922 mayores que murieron en las residencias de toda España por la infección (Madrid ocupó el sexto puesto), de los que 6.147 lo hicieron en las catalanas. Allí, según han denunciado las familias, se les dejó abandonados por razón de edad.
Las 20.000 muertes que, según la Universidad Rovira i Vigill de Tarragona y Zaragoza, nos hubiera evitado Pedro Sánchez si el confinamiento se hubiera decretado siete días antes.
Los 112 profesionales sanitarios que perecieron en los centros de salud españoles porque el Gobierno no les facilitó protecciones homologadas. The New York Times llamó a nuestros médicos y enfermeros «kamikazes» por trabajar sin medios profilácticos.
Las 0 visitas que hizo el presidente del Gobierno a los afectados por la Covid-19 en los hospitales españoles.
Los 8.000.000 de euros que recibió el comisionista de la trama Ábalos de la venta de mascarillas al Estado.
Los 5 cargos imputados de los ministerios de Illa, Montero y Maroto por distribuir material defectuoso a médicos y enfermeras.
Los 15 miembros del fantasmal comité de expertos de Illa que Sanidad tuvo que reconocer que nunca existió, más allá de los amigos del doctor Simón que le asesoraban.
Los 7 meses que el exconsejero de Políticas Sociales de Ciudadanos, Javier Reyero (hoy convertido en garganta profunda de esta manipulación masiva), se mantuvo en el poder a pesar de considerar, según sostiene en el documental, que Ayuso estaba haciendo una gestión de la pandemia dolosa y negligente.
Los 300 millones de euros que según contó Pablo Iglesias, investido por Sánchez en mando para arreglar el colapso de los asilos, iba a utilizar para evitar la muerte de mayores durante la crisis sanitaria.
Los 2 estados de alarma de Sánchez que el TC declaró inconstitucionales.
La caída del PIB español en un 11 % en pandemia, la mayor de toda la zona euro, y la última economía que logró recuperarse.
Si el próximo documental se quiere hacer con un enfoque más amplio. Aquí van más cifras.
Los 192 asesinados en los trenes de Atocha que aprovechó la izquierda sin escrúpulos, con Rubalcaba y Zapatero a la cabeza, para retorcer conciencias y dar la vuelta a unas elecciones que tenía perdidas.
Los 850 asesinados por ETA, esa piara a cuya jabata Pedro Sánchez agasaja en Moncloa para hablar de nuestra defensa, con las pezuñas todavía manchadas con la tinta con que señalaba desde su periódico las nucas de los inocentes.
Los 30 años que lleva perdiendo el PSM elecciones en la Comunidad de Madrid.
Los 42 whatsapps que se intercambiaron su portavoz en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, y el imputado Aldama. Esa exministra de Sánchez que ha tenido que disculparse por decir que Ayuso había asesinado a 7.291 ancianos en los geriátricos durante la pandemia, no fuera a ser que la querella la fundiera. Hablando de asesinatos, tampoco hubiera estado mal que Maroto explicara cómo su partido ha llegado con ella a 11 concejales, menos de la mitad de los que obtenía Tierno Galván. Ese sí que ha sido un buen asesinato electoral.
Las 30 monedas de plata por las que el judas Óscar López vendió a Sánchez durante las primarias de 2017 para apoyar a Patxi López y ahora engola la voz para echar la culpa de los muertos a Ayuso y ganarse el favor del amigo al que traicionó.
Las decenas de mensajes que su número dos, Sánchez Acera, reseteó para que el juez no pudiera leer quién le mandó –ay, Álvaro– el expediente fiscal del novio de Ayuso con el que intentó presionar a Juan Lobato para que se lo espetara en la Asamblea a Ayuso.
Los 4 meses de antelación con los que el hermanísimo David Azagra reservó casa en Badajoz cuando todavía no había salido ni la plaza que luego le regalaron.
Pero la peor cifra no es cuantificable. La conforman presidentes, ministros, diputados, alcaldes, periodistas, cadenas, voceros y cuantos canallas quieren borrar nuestra memoria y retorcer la realidad de un tiempo de miedo y lágrimas. Y todo para satisfacer las obsesiones de un narcisista con rasgos de psicópata que, éste sí, merece un documental. Pero en National Geographic.
El Debate
Excelente !. – le falta lo de los EREs, los reyes magos absueltos ! – Je.