Tipos de fugas más comunes en instalaciones de agua y calefacción
Todas las instalaciones de agua y calefacción se van deteriorando con el tiempo, en especial si no se les da el mantenimiento adecuado. Al final, esta falta de cuidados se traduce en fugas de agua.
Estas no siempre son fáciles de localizar. De hecho, la manera tradicional de hacerlo era picando hasta dar con ellas. Por suerte, ahora existen empresas como Desatascos Henares, con técnicos formados para la deteccion de fugas de agua, incluso en los casos más complicados.
Fugas por corrosión
Dentro de las instalaciones de agua, este es el tipo de escape más frecuente, en especial en edificios más antiguos en donde hay muchas tuberías metálicas. Con el tiempo se corroen, sobre todo si no se mantienen de manera adecuada.
A veces ni siquiera el mantenimiento es suficiente. Esto pasa cuando el agua no tiene un pH idóneo, lo que favorece tanto la corrosión interna como la externa. La primera genera pequeños agujeros, mientras que la segunda debilita la tubería y eso causa filtraciones que aumentan de tamaño con el paso de los meses.
Fugas en conexiones y uniones
En las tuberías, la parte más débil siempre son las conexiones y las uniones. A pesar de que se hagan de una manera correcta, el paso del tiempo es implacable con estas zonas.
Por ejemplo, las vibraciones y las variaciones de presión hacen que las uniones se aflojen o se agrieten, por lo que se da una fuga de agua.
También ocurren porque se utilizan selladores o teflón de muy baja calidad, en ocasiones incluso incompatibles con el tipo de tubería que se quiere unir.
Fugas en radiadores y tuberías de distribución
Pasando a las calefacciones, en Desatascos Henares también son especialistas en la deteccion de fugas de agua en calefacción. Aquí, las más comunes son las que se dan en los radiadores. Estos se pueden corroer por el interior o también desarrollar fugas por una mala soldadura o conexiones que se aflojan con el tiempo.
Sus tuberías de distribución, aquellas por las que el agua va de la caldera a los radiadores, suelen sufrir los mismos daños que las instalaciones de agua que hemos visto antes. La corrosión es uno de los problemas más usuales, a los que hay que añadir la combinación con el estrés térmico.
Cuando ambos se juntan, hacen más sencilla la aparición de orificios o grietas en las tuberías por las que pasa el agua.
Fugas en las calderas y en los componentes
Otro punto de los sistemas de calefacción en los que se producen fugas es en las calderas. Estas están sometidas a una gran presión y a mucho calor. Por eso, no es raro que presenten escapes de agua en zonas como las conexiones o las válvulas de seguridad.
Las válvulas de seguridad, y también las termostáticas, llegan a generar pérdidas graduales de agua. A veces, la pérdida es tan leve que apenas se nota, por lo que se produce un enorme riesgo para el sistema que siempre debe funcionar con una presión de agua correcta.