Tengo derecho a mi fiesta
Con esta frase como eslogan, IKEA lanzaba su última campaña. En el spot podíamos ver a una mujer diciendo que ella hace una fiesta, precisamente porque está todo mal, y después veíamos a gente saltando encima de los sofás, (espero que de su casa) y una pegadiza música que repetía hasta la saciedad la frase “tengo derecho a mi fiesta”.
Probablemente según has leído la frase la musiquilla del anuncio ha sonado en tu cabeza. En mi empresa una de las cosas que hacemos es organizar y sincronizar la publicidad de las PYMES que no se pueden permitir sus propios departamentos de marketing al estilo IKEA.
Por deformación profesional suelo ver la publicidad con ojos distintos a lo normal, la veo pensando en a dónde me quieren llevar más que en lo que me quieren vender. Por ejemplo, ese anuncio de IKEA muestra poco de su producto y mucho de un tipo de comportamiento y sociedad a la que quieren captar como cliente. Es decir, que quieren que si te sientes identificado con lo que sucede en el anuncio acudas a su tienda, aunque si haces en su tienda lo que ellos te enseñan en su anuncio (lo de saltar por los sofás) es posible que llamen a la policía para que “sigas la fiesta” en comisaría.
El caso es que cuando vi ese anuncio por primera vez pensé en cómo la sociedad va cambiando y con ella sus principios y valores, pensé en cómo va cambiando a peor y a marchas forzadas. Yo nací en el 70 y me educaron con la EGB, ahora vuelvo a vivir la educación a través de mi hija y al comparar lo de antes con lo de ahora me pregunto, ¿tan mala era la EGB que hubo que acabar con ella y colocar la LOGSE?
Y ahora, viendo los resultados de la LOGSE ¿no sería más lógico cargársela de un plumazo e implantar de nuevo la EGB? Si se me permite la ironía tal vez se eliminó la EGB porque:
No llamábamos “tío” ni “tía” a los profesores, (ahora sí para tener confianza).
No pegábamos a los profesores ni los insultábamos, (eso va a ser por la confianza).
Cuando se agredía a un compañero el expulsado del colegio era el agresor, (ahora el agresor es una víctima del entorno y expulsan al agredido para que deje de provocarle con tanta indefensión).
Conocíamos España y no sólo nuestra comunidad, (ahora no hace falta, ya tienen Internet).
Sabíamos hacer cuentas de cabeza, colocar las provincias en el mapa y conocíamos las capitales del mundo, (ahora no lo aprenden, consultan Google y listo).
Lo peor que te podía pasar era que llamasen a tus padres desde el colegio, (ahora es lo mejor que te puede pasar, incluso puede que te compren algo tus padres para matar su sentimiento de culpa).
Si te caías era culpa tuya, si suspendías era culpa tuya y si había una discusión entre compañeros la solventaba el profesor, (ahora eso es culpa de todos menos tuya y si el profesor dice algo le llamamos fascista, que está de moda como insulto, y sino mis padres le pegarán por mí).
Ahora en los colegios tenemos la “comisión de conflictos” que la forman los padres para eximir a los profesores de esa responsabilidad, el conflicto pasa en el colegio por cosas del colegio pero el colegio no se mete, lo arreglan los padres. Ahora está prohibido que los niños se lleven algún juguete para usarlos en el recreo, para evitar que discutan entre ellos por el juguete o para no darle envidia a otro niño, no sea que se traumatice. Resultado, juegan a ser contrabandistas llevándose juguetes pequeños escondidos en la ropa y jugando a escondidas vigilando que no les pillen. O peor, juegan a pegarse (porque no tienen nada que hacer con las manos) o a pegar entre varios al compañero que tenga el atrevimiento de interesarse por estudiar (faltaría más).
En la EGB aprendimos primero nuestras obligaciones y deberes con los demás y después nuestros derechos, que acababan allí donde comenzaban los derechos de los demás, por el contrario en la LOGSE se enseña que tus derechos continúan allí donde comienzan los de los demás y que puedes atropellarlos tranquilamente porque los tuyos son los únicos que se deben tener en cuenta, obviando el tema de las obligaciones. Socialmente eso significa que si todos actuamos así cada cual tendrá a 40 millones de personas que pretenden atropellarle y amargarle la existencia cada día. Prefiero lo de antes, cuando 35 millones de españoles (antes éramos menos) cedían el paso a tus derechos al llegar a un cruce de conflictos.
En términos generales nuestros hijos tienen más juguetes y ropas de marca, más oportunidades de las que tuvimos nosotros pero el resultado es que son violentos con su entorno, que se reúnen en masa con el objetivo principal de beber alcohol, que actúan sabiendo que “otros” cargarán con la culpa porque ellos son impunes y “tienen derecho a su fiesta”, es decir, que lo que antes era mala educación ahora se llama “tengo derecho a mi fiesta”. No obstante, aunque la inversión en el sistema educativo influye, la implicación y la calidad de la enseñanza depende en gran parte de los profesores, porque si lo medimos por la inversión en enseñanza, todos los que fuimos a la escuela en los 60’s , 70’s y 80’s deberíamos ser unos incultos generacionales, puesto que entonces la inversión era menor, incluso recuerdo mis primeros años de escolarización en Madrid en clases con más de 45 niños por aula.
Los profesores, los políticos, los medios de comunicación masivos, los publicistas de grandes cuentas y las grandes marcas comerciales deben asumir su papel de educadores sociales de todas la edades, reconocer su influencia y responsabilidad en los resultados e intentar mejorar la sociedad diciendo: “Sí, tienes derecho a tu fiesta, pero piensa que en el piso de abajo puede haber un bebé durmiendo; puede haber un enfermo o un vecino que trabaja de noche, así que ten tu fiesta sin molestar y pensando en los demás, porque si tú molestas a todos, todos te acabarán molestando a ti”
*Analista de Estrategia y escritor.
Un discurso fácil y demagógico. Yo no recuerdo así la EGB ni tampoco es la actual situación como la cuenta. Y ahora me hago la misma pregunta que el autor ¿A dónde me quiere llevar con esta arbitraria interpretación de la realidad?
Efectivamente hoy por hoy no sabemos reaccionar a tiempo. Parece que volver atrás es un error cuando es precisamente de éstos de los que hay que aprender. Yo también hice la E.G.B. y ahora soy miembro del Ampa (antes apa, esa es otra), y veo muchas lagunas de criterio, si, he dicho criterio, en asuntos elementales. Ayer estuve en una reunión porque les hacían entrega de un portátil a las niñas de 5º y pude comprobar que asistieron todas las madres y padres. Lástima que cuando hacemos reuniones sobre los asuntos que afectan a la educación y aprendizaje de nuestros… Leer más »
Reflexionar con buen humor hace más llevaderas las realidades…aunque no siempre sean las que más nos gustan. Ojalá algún día ciertos valores y el el hacer cosas a favor de lo nuestro y de los demás, deje de ser un patrimonio ideológico de algunos y vuelva a ser un bien común.
Resulta entretenido pero cierto, yo he leido el libro de este señor sobre el método clave para empresas y también me gusto porque tiene ese arte de contar y explicar cosas complicadas de forma sencilla y entretenida. Yo seguí sus consejos en mi tienda y mejoro mucho la caja al final de mes.
Gracias.
Me encanta!! especialmente el tono irónico que deja entrever los paréntesis. Verdades como puños sobre la educación ¿cuándo arreglaremos la enseñanza? cuanto más tardemos más pisa-sofases tendremos en la calle.
Totalmente cierto. Un análisis -desgraciadamente- acertado de los tiempos progrebuenistas que nos han tocado vivir. Por cierto, yo también hice la E.G.B.