La selección francesa se ha alcanzado la final del Mundial de rugby, donde se medirá a Nueva Zelanda o Australia, tras superar con mucho sufrimiento a Gales en la primera semifinal del torneo (9-8), duelo que los galeses disputaron hasta el último segundo pese a jugar con un hombre menos tres cuartas partes del encuentro.

El duelo europeo por un puesto en la final quedó muy marcado por lo ocurrido en el minuto 19, cuando los árbitros optaron por una decisión rigurosa, la expulsión de Sam Warburton, el capitán más joven en la historia de los Mundiales a sus 23 años. El galés placó de forma ilegal a Vincent Clerc y vio la tarjeta roja que ponía franco el encuentro para el ‘XV del Gallo’.

En ese momento, el equipo galés ganaba 0-3 gracias a un golpe de castigo convertido por James Hook. A raíz de la expulsión de su capitán, el ‘XV del Dragón’ tuvo que retrasara sus líneas y sufrió el acoso de la delantera gala, a pleno rendimiento en esta segunda fase del torneo.

Los franceses no lograron anotar ningún ensayo y confiaron sus opciones a las botas de Morgan Parra, que puso tierra de por medio con tres golpes de castigo en los minutos 22, 35 y 51, lo que parecía sepultar definitivamente a su rival (9-3).

Sin embargo, Gales tiró de orgullo y exhibió un impresionante derroche físico para mantenerse con vida en el partido. Fruto de este esfuerzo llegó el único ensayo del partido, convertido por Mike Phillips a falta de veinte minutos para la conclusión.

Sin embargo, no se culminó la remontada porque Stephen Jones se topó con el poste en el intento de conversión y el marcador quedó en 9-8. Desde ese momento y hasta el final, Francia se aplicó en defensa y logró retener las acometidas de los galeses, que tuvieron una última opción con el lejano golpe de castigo fallado por Leigh Halfpenny.