Copla, toros y fútbol
La trilogía que encabeza este artículo ha sido muy denostada por su relación -o eso dicen- directa con el régimen franquista, antepasado legítimo-directo de este régimen zarzuelero-monclovita.
Nunca entendí qué tiene que ver una música que arranca del siglo XIX (con relación muy cercana tanto al romanticismo como al flamenco), un arte que es ancestral y hunde sus raíces desde la más remota antigüedad de Creta a Tartessos y un deporte que “condensaron” los ingleses en el mentado XIX con el general Franco, al que ahora la izquierda y sus extremos muy especialmente se empeña en llamar “el caudillo”, como sólo lo hacían sus más fervientes partidarios.
Sea como fuere, en Andalucía (Mi castigada tierra), Manuel Chaves es hijo de un militar que pasó de Ceuta a la Península apoyando al mentado militar gallego; Griñán, ese cuyo acento de Despeñaperros para arriba es público y notorio y nos pusieron a dedo desde Madrid (¡Menuda descentralización! Para eso sirven las autonosuyas, como las llamó Fernando Vizcaíno Casas…) es hijo de un escolta de Franco.
¡Anda! Y resulta que en el flamante canal-taifa del sur, que con jamón de Jabugo y cervecita fría nos pretende convencer de un irrefutable arabismo como seña de identidad diferencial absoluta, tiene en su programación estrella…. Ay, ¿el qué?… Esto…. Copla, toros y fútbol.
¡Qué cosas! Todo sigue quedando en casa.