El desprestigio de la Costa del Sol
Nadie, dotado del más elemental sentido común, podría entender que la principal fuente de recursos de recursos de Andalucía, es decir, el turismo (12% del PIB y 320.000 trabajadores), no sea cuidada y fomentada como corresponde. Continuamente aparecen en los medios noticias sobre: conferencias, congresos, viajes, etc. realizados por cargos públicos de las tres Administraciones (Central, Autonómica y Municipal), pero nunca se nos informó sobre el resultado de este tipo de acciones y si en efecto han servido para algo. Los derroches con dinero público en este gremio están al orden del día.
Empresarios y trabajadores pertenecientes al sector, repetidamente están afeando y demandando a los políticos que se olviden de buscar titulares de prensa y dediquen su imaginación a la localización de soluciones eficaces.
Todo o parte de lo anteriormente citado viene a colación en función de la nefasta noticia sobre el cierre de una treintena de hoteles en temporada baja, ubicados en la Costa del Sol, que representa el 40% de plazas disponibles. Convienen recordar que este mimo porcentaje en el 2009 fue del 20%, demostrando que la tendencia es negativa.
En primer lugar, debe destacarse, que con dichos cierres de estacionalidad (temporada baja), suponen destrucción de empleo que en este caso perjudicará a 6.000 trabajadores, de los que 1.900 pasarán de ser empleados fijos y con jornada completa a estar ocupados solamente durante cuatro meses al año.
Otra circunstancia negativa a añadir es el tremendo deterioro de imagen que padecerá esta zona es que cerrarán los establecimientos hoteleros de máxima categoría. En estos momentos ya lo hicieron cuatro, entre ellos, hoteles con la solera del Villapadierna (Benahavis) y Los Monteros (Marbella).
Empresarios y Administración deben colaborar en la localización de remedios para evitar el hundimiento y desprestigio de nuestra calidad turística a todos los niveles y con especial cuidado en el extranjero. Habría que recordarles al presidente del Gobierno y a su ministro de Trabajo que reconociendo culpabilidades nada se resuelve. Si hubiesen cambiado preocupación por más ocupación hace unos años quizá todo sería distinto. Los andaluces admiten que se gobierne en nombre del pueblo, pero nunca en contra del pueblo como ha venido ocurriendo en estas dos últimas legislaturas y con independencia del partido que asuma la responsabilidad de regir tras las próximas elecciones autonómicas.
El gran desastre es que estamos saturados de “cantamañanas” y muy necesitados de políticos decentes y responsables, capaces de implantar las reformas necesarias que nos permitan de una puñetera vez salir de la miseria en que estamos sumidos y comenzar a respirar sin sobresaltos. Defendemos el estado del bienestar pero con nuestro esfuerzo y trabajo productivo y sin caer en las malditas tutelas y subvenciones que tanto daño nos han procurado.
Ahora le ha tocado a la hostelería, mañana no sabemos quien será el perjudicado, pero lo cierto es que nuestros regidores actuales son incapaces de frenar el galopante deterioro de nuestra economía. En efecto nuestros sueldos son bajos, si bien, no es menor cierto que los precios son muy elevados y no paran de crecer. Posiblemente parte del secreto, pensando en el turismo, pase por realizar ofertas pero con precios más atractivos.
Concretamente, contra el mencionado cierre de hoteles, cabría, por ejemplo, la creación de una promoción de HOTEL+GOLF para temporada baja que podría funcionar perfectamente con la correspondiente difusión. Posiblemente se lograría mantener abiertos parte de los establecimientos y por consiguiente los puestos de trabajo. No olvidemos que la Costa del Sol dispone de la mejor infraestructura hotelera, ocurriendo exactamente lo mismo en cuanto a campos de golf. En efecto ya existen paquetes de este tipo pero ofertados a nivel individual, con lo cual, los resultados obtenidos son mínimos.
Todo pasaría por llegar a acuerdos entre empresarios de hostelería y campos de golf, contando con la colaboración indispensable de la Junta de Andalucía y la Federación de Golf para poner en marcha la citada MACROPROMOCION. ¿Por qué no intentarlo?