V.G.- ¡Mariano, eres el mejor! ¡Presidente, presidente¡ Mariano Rajoy se dio un baño de multitudes en Melilla un día después de imponerse en el debate con Rubalcaba, según los sondeos. Aunque trató de mostrarse contenido, el rostro del líder del PP reflejaba la enorme satisfacción que le produjo el resultado del cara a cara. Claramente, Rajoy se ha quitado un peso de encima. Tal vez, el único que le quedaba antes de obtener la rotunda victoria que le adjudican las encuestas.

El líder del PP caminó por la ciudad autónoma acompañado de su esposa, Viri, y fue aclamado por la mayoría de los ciudadanos que se encontró a su paso. Rajoy se dejó querer, entrando en los comercios a saludar, tomándose un café en un bar y buscando la foto parándose a saludar a todo el que se lo pedía, entre ellos muchos miembros de la comunidad musulmana en Melilla.

El presidente popular aseguró durante una conversación informal con un grupo de periodistas que su mayor satisfacción es el poder haber explicado durante el debate a los españoles que la prioridad número uno en este momento es acabar con el paro y que los ciudadanos hayan interiorizado «la necesidad del cambio y de la creación de empleo». Rajoy no aclaró si esperaba a un Rubalcaba más agresivo y batallador, pero sí criticó la estrategia empleada por el candidato socialista asegurando que consiste en «amenazar con todos los males del infierno». Algo que consideró «un recurso gastado».

Respecto a cómo se había encontrado durante el debate, explicó que ha protagonizado ya tres de los únicos cinco cara a cara que se han celebrado en España y eso le da cierta experiencia. «Pero no es como ir a un partido de fútbol», aclaró, para dejar sentado que también él vivió el duelo con tensión. Cuando sí se relajó el candidato del PP y también todo su equipo, fue al acabar el duelo. Tanto, que, según indicaron fuentes del PP, se permitió bromear sobre la insistencia de Rubalcaba en preguntarle por el programa del PP.

«¿Pero qué has puesto en el programa Baudilio?», le preguntó en tono de humor a Baudilio Tomé, responsable del programa electoral de los populares. Lo que no considera Rajoy, o al menos eso dice, es que tras la victoria en el debate que le adjudican los sondeos las elecciones estén ganadas o que la campaña se haya acabado. «Queda mucho trabajo» afirmó.

Los populares consideran que el mayor error de Rubalcaba fue el tratar a Rajoy como si ya fuera el presidente. Además creen que el líder del PP fue mucho más convincente porque apoyó todas sus afirmaciones con datos y cifras, algo que había ensayado a conciencia durante las jornadas previas al duelo. Por el contrario, explican, Rubalcaba se limitó a especular. Durante la pausa en el debate el equipo de Rajoy no le dio ningún consejo ni le propuso cambiar nada porque ya en ese momento eran consciente de que se estaba imponiendo claramente. Respecto a que leyera sus intervenciones durante la mayor parte del debate, los populares reconocen que así fue pero afirman que «nadie ha dicho que eso no se pueda hacer en un cara a cara».

Durante un acto celebrado en un hotel melillense ante militantes del PP de la ciudad autónoma, Rajoy explicó que se había acostado muy tarde porque después del debate y de reunirse con sus colaboradores se dio un paseo por las cercanías de su domicilio antes de ir a dormir. Aseguró que él mismo había decidido hace tiempo que tras el debate su primera visita sería a la ciudad de Melilla porque allí se encuentra «muy cómodo y relajado» y sabía que en ese día «necesariamente» tendría que relajarse. Afirmó que el apoyo que siente por parte de los ciudadanos le da fuerzas «para afrontar la recta final de la campaña». El líder del PP felicitó expresamente a la comunidad musulmana de Melilla que ayer celebró la tradicional fiesta del sacrificio del cordero.

En lo que queda de campaña, aseguró que se dedicará a «explicar a los españoles qué es lo que ha pasado en España en los últimos tiempos y qué es lo que va a pasar en el futuro». «No voy a hacer una campaña de insidias», dijo, repitiendo una frase en la que insistió durante el debate, y pidió también que se trate a los ciudadanos «como personas adultas e inteligentes». Del PSOE, dijo que «todo el mundo sabe que lo han hecho muy mal» por lo que no deberían volver a gobernar «durante bastante tiempo».

Insistió en que lo que le espera en caso de llegar a la presidencia «es una tarea difícil» y en que «es bueno que los españoles lo sepan», aunque se mostró convencido de que «estamos en condiciones de afrontarlo». Aunque Rajoy no quiso cebarse con Rubalcaba, los dirigentes del PP de Melilla que le precedieron en el uso de la palabra no fueron tan condescendientes. «Menuda paliza que le has dado a pesar de tener un rival marrullero, un campo embarrado y un árbitro casero», le dijo el candidato del PP al Congreso por Melilla.