Gallardón y Jáuregui centraron el debate a 5 con continuas referencias al pasado
El ministro de la Presidencia y candidato socialista por Álava, Ramón Jáuregui, ha aprovechado el debate a cinco organizado por RTVE para avisar a los electores de que es una “falsedad” que un cambio de gobierno vaya a suponer la salida de la crisis, mientras que el alcalde de Madrid y número cuatro de la lista del PP por esta circunscripción, Alberto Ruiz Gallardón, ha achacado la incapacidad del Ejecutivo socialista para atajar la crisis a su “resignación” y a que el PSOE “no se cree” que es posible arreglar las cosas, como ya hizo el PP a mediados de los 90.
El enfrentamiento entre los representantes de los dos grandes partidos tuvo como telón de fondo las referencias al pasado y los reproches sobre la actuación de ambos durante los últimos cuatro años. Así, Jáuregui arrancó recriminando al PP que no haya “ayudado para nada” al Gobierno en estos momentos tan difíciles, cuando, desde su punto de vista, hacía y sigue haciendo falta un acuerdo plural similar a los Pactos de la Moncloa para devolver a España a la senda del crecimiento.
Sin embargo, Gallardón rebatió estas acusaciones recordando que Mariano Rajoy tardó “cinco minutos” en apoyar la reforma de la Constitución que le planteó José Luis Rodríguez Zapatero y que, recalcó, no contaba con la aquiescencia del candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. También afeó a Jáuregui que se escude en el carácter internacional de la crisis y recordó que, a diferencia de otros países, España tiene “cinco millones de parados”.
A VUELTAS CON EL 96
El alcalde de Madrid tildó de “preocupante y triste” la “resignación” que dijo apreciar en el discurso de Jáuregui. Y es que, en su opinión, el Gobierno no consigue arreglar la situación económica porque no se cree que sea posible hacerlo. “Se puede, pero hay que creérselo”, le espetó, antes de recordar los logros económicos de los Gobiernos de José María Aznar, recalcando que el PP dejó “el diferencial de la deuda española a cero” en 2004.
Esto llevó a Jáuregui achacar a su interlocutor del PP una “mirada nostálgica de 1996”, pero le recordó que la recetas de entonces no sirven para ahora, una idea en la que también incidió el cabeza de lista de IU por Asturias, Gaspar Llamazares.
En el marco de las propuestas, el representante ‘popular’ abogó por desarrollar la reforma de la Constitución, reducir el gasto público y asegurar la unidad de mercado, una idea esta última que rechazaron tanto Pere Macías, de CiU, como Josu Erkoreka, del PNV, que defendieron que no se invadan las competencias de autonómicas en materia, por ejemplo, de horarios comerciales.
Gallardón también se comprometió a seguir reestructurando el sistema financiero, introducir mecanismos no bancarios de financiación empresarial, modernizar el IRPF, no hacer cambios fiscales que como la subida del IVA “castiguen” a todos y una reforma laboral “eficaz”.
EL DISCURSO ‘INDIGNADO’ DE LLAMAZARES
Llamazares, por su parte, centró la mayor parte de sus intervenciones en que los ajustes auspiciados por gobiernos del PSOE y del PP han puesto al país “al borde de la recesión” y no han frenado la destrucción de empleo y en asumir que los políticos pierden credibilidad porque la crisis la están pagando los que menos tienen mientras se mantienen los “privilegios” a los banqueros y se les da dinero.
“Ya esta bien, es hora de cambiar la política”, ha reclamado, antes de precisar que las rentas más altas defraudan unos 60.000 millones y evaden impuestos por 150.000 millones de euros al año. También demandó un impulso público de la economía, un plan de emergencia para el empleo y avisó a Jáuregui de que “no se puede soplar y sorber al mismo tiempo”, instándole a elegir entre el ajuste o el impulso económico.
El ministro se defendió replicando que “a la banca no se le ha dado un duro”. Es más, señaló que el Estado está ganando dinero con lo que ha prestado a los bancos. Asimismo, defendió por “imprescindible” el saneamiento de las cajas para que haya crédito y reiteró que “el ajuste es necesario mientras el control de déficit sea una obligación del euro”, aunque se mostró partidario de que el Banco Central Europeo pueda utilizar la política monetaria para estimular la economía, refiriéndose, sin citarlos a los eurobonos.
COINCIDENCIAS ECONÓMICAS CiU-PP
En nombre de CiU, Pere Macias se felicitó irónicamente de que PSOE y PP hayan ‘comprado’ algunas de sus propuestas económicas como las bonificaciones a las contrataciones, una alusión que Jáuregui obvió y a la que Gallardón respondió rechazando discutir sobre la paternidad de esas ideas y conminando a los nacionalistas catalanes a “trabajar en la misma dirección” ya que están de acuerdo. Por otra parte, defendió el Eje ferroviario mediterráneo no sólo porque beneficia a Cataluña sino también a Murcia y Andalucía.
Desde el PNV, Josu Erkoreka hizo hincapié en la necesidad de fomentar la inversión en I D I, pero vigilando a qué proyectos de estas materias se destinan fondos públicos. También dejó patente que el País Vasco está resistiendo mejor los embates de la crisis porque, a diferencia de otras comunidades, ha mantenido una potente política industrial y no basada en el ladrillo. “El crecimiento no cae del cielo, hay que estimularlo”, sentenció.
UPyD, BNG Y CC, PREGRABADOS
Tras el intercambio de impresiones en el plató se emitieron los vídeos pregrabados con partidos del Grupo Mixto que no fueron invitados al programa. La líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) y cabeza de lista por Madrid, Rosa Díez, apostó por eliminar duplicidades administrativas, implantar una fiscalidad común para toda España, una reforma laboral que acabe con la “quiebra” entre contratos temporales e indefinidos y por luchar contra el fraude fiscal lo que, según sus cálculos, reportaría unos ingresos de 70.000 millones al Estado.
Desde el BNG, su candidato por A Coruña, Francisco Jorquera, pidió incrementar la inversión productiva para estimular la economía, eliminar las diputaciones provinciales y reducir los gastos militares para ahorrar, exigir un mayor esfuerzo fiscal “a quien más tiene” y no dar más “ayudas incondicionales” a la banca.
Por último, la cabeza de lista de Coalición Canaria por Tenerife, Ana Oramas, reclamó directamente la creación de una banca pública que dé crédito a las pequeñas y medianas empresas, las únicas capaces, a su juicio, de crear empleo. También abogó por bonificar los contratos de estas empresas, hacer una reforma fiscal “justa” y, en el plano canario, donde el paro asciende al 30 por ciento, defendió un plan de reconversión del sector turístico.
Increiblemente todos los partidos proponen lo mismo, la visión de todos es socialista, estatalizante.