G.C.- «Agradable», «pulcro», «simpático», «educado». Son algunos de los adjetivos con los que los vecinos de Bijan Alizadeh describen a este iraní de 31 años que tiñó Santutxu de sangre en la mañana del lunes. Lo cierto es que ninguno de los inquilinos del barrio baracaldés de Cruces en el que residía desde 2007 llegó a ver en el interior del joven persa, que compartía el alquiler de un pequeño piso con otro inmigrante de 20 años y guardaba dentro demasiados secretos.

Pese a que Bijan carece de antecedentes policiales, el departamento de Interior del Gobierno vasco reconoció ayer su implicación en tres incidentes ocurridos durante los últimos años. Al parecer, en todos los casos fue identificado por los agentes como consecuencia de altercados ocurridos en la vía pública, si bien ninguna de las actuaciones derivó en diligencias judiciales. El homicida se libró las tres veces de ser imputado.

El primero de los sucesos tuvo lugar en octubre de 2009, cuando la Policía acudió para atajar un conflicto en un club nocturno de Bilbao. El segundo ocurrió un año después. Entonces el iraní se vio envuelto en una discusión ocurrida en una discoteca. El último encontronazo se produjo este año, en febrero, al parecer a causa de unos insultos proferidos en el parque de Doña Casilda.

Son incidentes que nada tienen que ver con la otra cara de Bijan, la del «joven agradable» que describen sus vecinos, y que reflejó en su paso por el centro de producción artística Bilbao Arte, dependiente del Ayuntamiento. Allí pudo dar rienda suelta a su afición por el diseño y el dibujo, dos habilidades que fusionaba para vender camisetas serigrafiadas a través de internet. «Bijan utiliza la camiseta como un medio de la comunicación cercano al público, investiga nueva manera de ofrecimiento de obras artísticas», recoge la única entrada que dejó escrita en su blog, donde se podían adquirir las prendas al precio de 25 euros. La breve muestra que permanece en la red abarca diversos motivos que van desde la caligrafía árabe, hasta bocetos y figuras casi abstractas de cuerpos humanos, insectos…

Bijan también realizó esfuerzos por integrarse en su entorno, y quiso perfeccionar el idioma que, según sus vecinos, «hablaba correctamente». Es más, en una página de anuncios se ofrecía para enseñar el idioma farsi en Bilbao a cambio de perfeccionar su español. «Hola, soy un chico iraní y quiero mejorar mi castellano, si alguien esta interesado en aprender persa me encantaría este intercambio», publicó el propio joven el 12 de mayo de 2010. Para entonces ya llevaba al menos dos años y medio residiendo en Bizkaia. Así consta en el primer registro que se tiene del muchacho en suelo vasco, cuando pasó dos noches, a finales de octubre de 2007, en el albergue municipal de Elejabarri.

«Es muy agradable»

Eso fue antes de llegar a Barakaldo, donde ha permanecido empadronado los últimos años. Allí alquiló una vivienda con otro joven. Su compañero de piso ayer rechazó hablar con los medios de comunicación y a mediodía fue escoltado hasta un vehículo por tres personas vestidas de paisano. «He subido muchas veces con él en el ascensor, para mí es alguien muy agradable. Me he quedado de piedra, porque no me lo esperaba», reaccionaban ayer los vecinos del edificio en el que vivía. «Nos ha extrañado a todos, porque esto ha pasado en un barrio donde nunca ocurre nada», reconoció el propietario de uno de los 36 pisos que comparten portal con Bijan.

En el inmueble, ubicado en una zona residencial y a pocos metros de un colegio concertado, no recordaban ningún incidente relacionado con el joven. Únicamente un testigo aseguraba haber visto cómo unos muchachos le pedían dinero. «Fue este pasado verano y él les dijo que no tenía, pero no sé más», señaló.

LAS CUATRO MUJERES ACUCHILLADAS SE ENCUENTRAN GRAVES AUNQUE FUERA DE PELIGRO

Por otra parte, las cuatro mujeres acuchilladas el lunes en el barrio bilbaíno de Santutxu por un hombre de 31 años continúan en estado grave, aunque fuera de peligro, según ha informado el Departamento vasco de Interior, que no descarta un nuevo parte médico a lo largo de este martes.

En el Hospital de Cruces permanecen ingresadas una joven de 30 años, herida por arma blanca en región toraco-abdominal, y una mujer de 47 años, con lesiones en el lado izquierdo del abdomen. Ambas fueron intervenidas el lunes y su pronóstico es grave. En el centro hospitalario de Basurto, se encuentran una chica de 21 años, ingresada en planta con pronóstico estable, y otra de 20 años, hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intermedios, en espera de evolución para decidir si se la opera o no.

Por su parte, el detenido permanece en dependencias policiales de la Ertzaintza tras ser atendido en urgencias de psiquiatría del hospital de Basurto. El supuesto agresor se encuentra a la espera de pasar a disposición judicial.